jueves, 25 de diciembre de 2008

Navidad

Feliz Navidad. La fiesta de la falsa alegría y la tristeza honda. De las familias unidas sobre el altar del banquete y el vino y de los hombres solos. De la pompa y el brillo mentiroso.
Feliz Navidad. Salgamos a comprar de todo, a gastar. Salgamos a ponernos ciegos de comida y bebida, salgamos a ver sin mirar, saquemos a los niños a adorar al Corte Inglés, enseñemosles a perpetuar las tradiciones hipócritas, el oropel baldío.
Feliz Navidad.

martes, 11 de noviembre de 2008

Mono hombre

El mono hombre colgado del techo caminaba enseñándonos su espalda. Sus grandes mano, sus cuatro grandes manos, se deslizaban por el enrejado metálico que constituía el techo de su habitat. Las caras de la gente en los cristales reflejaba curiosidad, risas, desprecio y en algunas, pena. Pena de reconocerse en cierta manera en ese homínido encerrado caminando rítmicamente, sin perder su cadencia de un lado a otro de su recinto, balanceándose colgado. El mono hombre tiene ojos, y nos miró. En un momento dado se paró frente al cristal y nos miró a todos. Su indiferencia era total. Estará acostumbrado a los gestos infantiles de los visitantes, a sus chistes, a sus comidas basura.
No os dais cuenta, piensa, vosotros también estáis en un recinto, más grande, pero vigilados por cámaras, censados, apuntados en todas las listas, controlados por todos los ojos del estado y de los holdings. Yo no tengo nada, porque no tengo libertad. Pero tampoco tengo a donde ir, ya no. Me lo habéis quitado todo. Habéis destruido mi mundo y el vuestro. Seremos pasto de la misma masacre. Ni siquiera os odio. No tengo ningún sentimiento ya. No tengo ni recuerdos de otra vida. Mis cuatro paredes, mis plantas y mi vegetación y las horas de visita de los curiosos. Esos que también están encerrados ahí fuera.

viernes, 31 de octubre de 2008

Mucho tiempo

Hace mucho tiempo que no escribo. Y no es por falta de ideas, sino porque me da pereza. Soy compulsiva, o todo o nada. Los términos medios no están hechos para mi, en ningún sentido. También en mi socialización. Yo creo que soy egoísta para darme, para comprometerme, pero además, la vida me ha enseñado que los amores y las amistades son fugaces. Incluso las verdaderas, las que duran años porque no hay contacto, al final se pierden. Aunque yo misma me descubro deseando empezar de cero y olvidando el pasado. No me gustan las fotos, ni las historias familiares. Solo me gustan hoy y mañana. Los planes, a corto plazo. No se porque soy así. Quizá es como me moldeado mi vida, aislada para que no me hagan daño, con una coraza que me insensibiliza en cierto modo. Y la verdad es que ni echo de menos a la gente que me ha fallado, ni creo que necesite a nadie. Probablemente esté equivocada pero no soy una persona que se relacione con facilidad, siempre huyo. No se hasta que punto puedo seguir viviendo así, y en caso contrario, tampoco se como arreglarlo.

lunes, 25 de agosto de 2008

Pekín 2008 Día 16

Se acabó. Otra gran ceremonia, luz, música y chinos, muchos chinos. Es un país que no tiene problemas de gente. Lo que no se es como consigue la colaboración de tantos. Espero que sean voluntarios, pero me da que no. Pero tal vez sean simplemente gente contratada para estos actos. Ya sabéis que desconfío de la utilización que el gobierno Chino hace de su gente. Mientras, nuevas inundaciones, o terremotos, o lo que sea, en un territorio tan enorme que la modernidad pretendida solo llega a un pequeño porcentaje de la población. El resto no creo que haya disfrutado de las Olimpiadas.
Nosotros nos vinimos con unas medallitas más. Dieciocho en total. Y en los medios se habla de éxito deportivo. Ya veremos dentro de unos días. Entonces empezarán los análisis de los expertos. Espero que los críticos sean libres. Que examinen el deporte no tratado en su conjunto, sino disciplina por disciplina.
No hay nada más que hablar. Hasta Londres.

sábado, 23 de agosto de 2008

Pekín 2008 día 15

Hoy, lluvia de medallas. Tres de plata y una de oro. Como siempre, el oro de unos desconocidos remeros de kayak doble, Saúl Craviotto y Carlos Pérez, nos ha dado una alegría inesperada. Estos deportes tan poco cuidados son verdaderamente los que nos salvan en las olimpiadas. Estos verdaderos deportistas -en este caso son, además, policías nacionales- probablemente no vivan del deporte, pero rinden solamente por el verdadero espíritu deportivo. Esto es el deporte. Otra plata para David Cal, en ese canal estupendo hecho por los chinos para estos Juegos. Más de esta China artificial y ficticia que ha erigido un monumento a Samaranch por apoyar su candidatura. No me extraña que apoyara a una dictadura frente a países democráticos donde las cosas tienen que ser más claras y el ordeno y mando no suele servir.
Otra medalla ha venido del agua, el equipo de natación sincronizada ha realizado un magnífico ejercicio y ha sido plata en uno de esos deportes en los que los jueces cuentan más que los deportistas y el peso de las influencias y de la política dan y quitan medallas.
Por último, los jugadores de hockey han perdido el oro frente a Alemania. Los deportistas alemanes están en todos los fregados y nos toca enfrentarnos a ellos en muchas ocasiones en distintas disciplinas deportivas. Y siempre son temibles. Será cosa del carácter.
Bueno, pues mañana se acaba esto. No se donde van a meter todo lo que queda. Supongo que será un día largo.
Ya os contaré.

Pekín 2008 Día 14

No me gustan las despedidas. Tengo este defecto, quizá cobardía. Cuando llega el final, prefiero hacerlo rápido, y si puedo, pasar de el. De modo que no suelo disfrutar los últimos momentos, aunque sea en unas Olimpiadas. Por eso, estos últimos días, me cuesta escribir. Eso, y que no me hago eco del triunfalismo de los periodistas y de los dirigentes deportivos. Parece como si defendieran el honor de España en contra de los otros. Solo les importan el número de medallas, da igual el color o el deporte. Da igual la forma de conseguirlo. Todo da igual.
Ya he comentado que luego llegarán las críticas. Ya se alzan contra Odriozola, presidente de la Federación de Atletismo desde 1989 (¿No son muchos años?). Si lo hacen aposta, no lo hacen igual, que desastre de atletas. Ahora todos esperan que algún maratoniano les salve el cuello. Si consiguen una medalla, se la colgarán todos. No se si habrá bastante.
Hoy una gran decepción. David Cal en K1, seguro oro, ha sido plata. No es que sea mal resultado, pero esta plata es un descenso en el escalón. Más aún cuando nos habían contado los medios deportivos que el triunfo era nuestro. Como siempre, venden la piel del oso antes de cazarla.
Debe ser la influencia de ese grupo de familia real más políticos más dirigentes deportivos más pelotas más enchufados, vestidos todos con la ropa oficial de nuestros deportistas, que se apiñan ante las fotos y las imágenes de las televisiones. Deben moverse como una especie de ola, todos juntos, pegados para no perderse la foto.
Solo quedan dos días.

jueves, 21 de agosto de 2008

Pekín 2008 Día 13

Ayer me quedé a medias. Y hoy estoy bastante desanimada. El accidente del avión en Barajas, los muertos y sobre todo los familiares angustiados que las televisiones se disputan por captar, como si fueran imágenes candidatas al premio Pulitzer, cuando solo rompen la intimidad de una tragedia familiar. Se aprovechan de la sensación de irrealidad de te acompaña cuando sufres una gran pérdida, más aún, supongo, en estas condiciones de incertidumbre y desinformación.
De todas formas, todos lo sabemos, la vida sigue. Esto dejará de ser noticia. Afortunadamente las televisiones y otros medios de información saturarán el morbo y dejará de ser negocio.
Cuando se producen en agosto, este tipo de desgraciadas tragedias se magnifican ante la falta de noticias. Ya sabemos que los políticos estaban de vacaciones. Él parlamento no funciona. Si no fuera por las Olimpiadas y por la guerra en Georgia, no tendrían apenas de que hablar.
En Pekín, deportivamente, las cosas han mejorado. Otras dos medallas, una de oro, aunque en un deporte minoritario como la vela. En atletismo, nada. Decepción tras decepción. De todas formas, creo que la TV española ha perdido el norte. Cada día emite menos, solamente algún partido en directo, y apenas hace caso de las competiciones en que no hay españoles, con los cual nos perderemos grandes espectáculos. Espero que rectifiquen, porque una final olímpica, en cualquier disciplina cuenta con los mejores del mundo, y es la mejor práctica deportiva que se puede ver. Una vez, cada cuatro años.
Hoy llueve en Pekín. Ya sabéis lo que me gusta. Charcos, lluvia intensa, gente con los cabellos empapados, vida.
Me enfrascaré en los Juegos para olvidar la tragedia. Mi más sentido pésame.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Pekín 2008 Día 12

Qué poco queda. Pasan los días rápidamente. Cuando por fin logre acostumbrarme al ritmo horario y me aprenda el nombre de algunos deportistas estupendos, llegará la clausura. Cuatro años esperando para que todo pase como en un sueño, una sucesión de deportes, la imposibilidad de centrarte en tus aficiones. Las mañanas de sofá. Pronto no quedará nada.
Claro que comenzará el futbol, y otras ligas y competiciones. El deporte desde la perspectiva del ocio genera dinero y espectáculo. Esto no para.

Pekín 2008 Día 11

Ya tenemos 9 medallas y estamos décimo terceros en el medallero. Pero no nos engañemos, por encima de nosotros, muy por encima, están los países de nuestro entorno: Gran Bretaña, que se sale, Francia, Italia… El escalafón sigue siendo el escalafón.
Nosotros hemos mejorado muchos, pero ellos también, siguiendo además una tradición que aquí hubo que fabricar. Tener a Nadal no significa ser los mejores del mundo a nivel deportivo.
Quizá nuestro problema, aparte del nivel deportivo, es que no tenemos la suficiente experiencia en competiciones –ignoro el motivo- pero hemos visto, sobre todo en atletismo, que nuestros deportistas se arrugan ante la responsabilidad. Pocos han dado todo su potencial. La mayoría se ha ido a casa sin sudar.
También me llama la atención la longevidad de muchos de nuestros deportistas. Quizá es que una vez que te sitúas, ser deportista es un chollo. Vemos a muchos de ellos que van por su 3ª o 4ª olimpiada. Eso significa muchos años de permanencia en la élite. No se que criterios siguen las federaciones –siempre sospechosas- o el COE para evaluar y permitir estas extensas carreras, que impiden la aparición de nuevos talentos. ¿Es transparente la política deportiva española de los organismos encargados de velar por los intereses deportivos?
¿A cuantos de nuestros representantes han eliminado en su primera actuación? ¿Nos disfrazamos de primera potencia llevando un montón de participantes que a la postre no tienen la menor opción? ¿Se pagan viajes de turismo? ¿Cuántos federativos han ido a los JJOO por la cara? ¿Y donde viven, como, cuanto cobran, como viajan?
En el desfile damos muy bien, alegres y numerosos, coloridos. Pero luego nos espera decepción tras decepción. Solo triunfamos en unos cuantos deportes. La natación, la gimnasia y el atletismo, las reinas de los Juegos, son deportes vedados a los españoles. Pobres resultados, a pesar de alguna medalla esporádica, anecdótica diría yo, aún siendo un poco cruel. Eso sin volver a hablar de los comentaristas que te cuentan la medalla antes de ganarla, haciendo su papel de gafe. Cuantas decepciones a causa de las falsas expectativas creados por estos pseudo comentaristas que se han aprendido la lección diez minutos antes de comenzar la retrasmisión. Vamos, como hacía yo en el colegio de pequeña.

Pekín 2008 Día 10

Qué lejos de los nacionalismos violentos y separatistas queda la utilización de las banderas en los Juegos Olímpicos. En manos de aficionados felices, que asoman sus caras extasiadas por encima de las telas ondulantes.
Son banderas que identifican, sí, pero que comparten la alegría del triunfo sin entrar en rancios orgullos patrios. Se convierten, simplemente, en su grandeza, en símbolos de hermanamiento deportivo que no hieren, sino que adhieren al resto de espectadores a la gloria compartida con los ojos llorosos.
La especie humana, todas las especies me atrevería a decir, necesitan pertenecer y las competiciones deportivas de este calibre nos permiten desplegar los símbolos sin acritud, sin arrojarla sobre el orgullo de los otros.
Hace apenas un mes, cuando la selección española de fútbol ganó la Eurocopa mi mayor satisfacción –compartida, lo sé- fue la desmitificación de la bandera de España como propiedad de la derecha, y del nacionalismo español. Unos y otros, en toda España, en las autonomías del norte y del sur, en las capitales y pueblos, los españoles perdimos la vergüenza de usar nuestra bandera, de ondearla entre risas y gritos de júbilo, no con la ferocidad de los que actuaban como propietarios de la enseña.
Nunca me han gustado los símbolos que separan, ni las fronteras que aíslan a unos de los otros. No me gustan nada –ni los entiendo- y me dan miedo los nacionalismos soberbios, egoístas e insolidarios.
Tampoco me gusta nuestra mascota, la Reina.

domingo, 17 de agosto de 2008

Pekín 2008 Día 9

Cuatro medallas más. Hoy ha sido un gran día. Una de oro y tres de plata. El miedo ha cesado en nuestros responsables deportivos. Ya tenemos coartada para la gloria, para el entusiasmo colectivo, para esta España que se les hace enorme en la boca, y amenaza con desbordarles.
Hoy es domingo y estoy "adomingada". Llevo todo el día durmiendo en el sofá y no tengo ni inspiración ni fuerzas para escribir frases coherentes. Mis ideas se van hacia la piscina, que me llama. Voy a ganar unas cuantas medallas olímpicas en mi jardín.
Feliz tarde.

sábado, 16 de agosto de 2008

Pekín 2008 Día 8

Han sucedido dos acontecimientos que los medios de comunicación seguro relacionarán. Estoy escribiendo a las 17:47, por lo que no he tenido tiempo de comprobarlo, pero lo haré.
Hemos obtenido la segunda medalla de oro a la vez que la Reina ha comenzado a ver las competiciones. Se ve que se han turnado los Príncipes de Asturias con la Reina y la Infanta Cristina y su marido, el avispado Urdangarín. Ahora resultará que la Reina ha sido el talismán. Joan LLaneras, triunfador en la pista de ciclismo ha sido el objeto al que Su Majestad ha otorgado su real buena suerte. También ha estado viendo a Anabel Medina y Victoria Ruano, que se han clasificado para la final de tenis femenino parejas. Otra medallita. Ayer Nadal estuvo solo, pero supongo que él es tan bueno que no necesita a nadie. Me encanta. Parece humilde y lucha por todas las bolas. Y es del Madrid. Tiene 22 años y es una de nuestras estrellas deportivas, junto con Fernando Alonso y Pau Gasol.
Por fín otra medalla de oro y de nuevo en ciclismo. Aunque la sombra del doping planea sobre los ciclistas españoles creo que todos los deportista utilizan las mismas armas. Quizá alguno se pase y en ese caso entra en el abismo de la vergüenza hasta que acaba su sanción. Después parece que no hubiera pasado nada. El doping es de tramposos, y de personas que son presionadas hasta límites insospechados por sus entrenadores, médicos, patrocinadores, etc.
En deporte, el que esté libre de culpa, que tire la primera piedra.

viernes, 15 de agosto de 2008

Pekín 2008 Día 7-2

No pensé que tuviera que escribir esto, pero los resultados en las distintas pruebas de natación me han confirmado una gran noticia. Ningún español se ha ahogado.

Pekín 2008 Día 7

Durante muchos años se luchó por las libertades civiles en un mundo que hoy acepta sin problemas la presunción de culpabilidad, los chequeos y abusos en los aeropuertos y la petición de documentación en las calles. Tienes que demostrar a cada paso que eres tu y que eres inocente, pero siempre pende sobre ti la sospecha de que no lo eres. Los cuerpos de seguridad, cada vez menos preparados, pero cada vez -o cómo siempre- con un poder contra el que no puedes luchar. El de la porra, la pistola, el miedo, la coacción y la ley. Ahora las calles se retrasmiten en directo en la mayoría de las ciudades del llamado mundo occidental y supongo que también en las de las potencias orientales.
Durante muchos años se ha luchado por la dignidad del trabajo, por la igualdad de oportunidades, por el equilibrio social, por la seguridad, contra el abuso y por la posibilidad de compaginar tu vida personal con tu medio de vida. Hoy en día las empresas se hacen "familiarmente responsables" y te cuentan milongas sobre el fomento de la igualdad, el cuidado de la maternidad, el salario justo, la responsabilidad compartida, el control del acoso, etc. Y sin embargo el empleo es cada vez más precario, el abuso ante la necesidad crece, los empresarios amplían los horarios -aunque no sea oficialmente- y la UE quiere ampliarlos oficialmente. Ya no importan las luchas sindicales, ahora importa la subsistencia, volvemos al principio.
Y me diréis qué que tiene esto que ver con Pekín. Pues muy sencillo. Es otra de nuestras pérdidas. Durante el tiempo de vida de la televisión, las cadenas han intentado ofrecer la noticia lo más cercana posible en el tiempo al suceso, hasta llegar a los directos. Desplazamientos de las unidades móviles, satélites... todo está preparado para ofrecernos la información en el momento en que se produce, en cualquier lugar.
Pues no, este avance, no cuenta para TVE, que en sus canales TVE 1, La 2 y Teledeporte emiten programación sobre las olimpiadas según su interés particular, o su baremo de interés. No se quién decidirá, pero me parece un atraso, y un engaño, porque no informan en ningún momento de si los hechos se están produciendo y retrasmitiendo en directo o no. Ya me ha pasado varias veces estar emocionada viendo un partido, o una competición, cambiar de canal y enterarme del resultado. Tampoco dan información sobre la programación del día, como si esperaran a ver que está más emocionante. Creo además que el resto de cadenas españolas sigue la misma táctica. Las retrasmisiones deportivas se graban y se emiten cuando interesa publicitariamente. el problema más grave, como ya he dicho, es que no te informan de ello. Te engañan por omisión.
Si la programación de los Juegos es tan intensa que se solapan actividades importantes tienen canales distintos donde emitirlos, o pueden diferir las competiciones menos importantes -este criterio puede ser subjetivo, pero en España existe estadística de los deportes preferidos- y emitirlas inmediatamente, pero sobre todo, anunciando este hecho.
Bueno, me voy a ver la tele, que están retrasmitiendo en Teledeporte una emocionantísima final de tiro: varios hombres tumbados en el suelo, pertrechados como si estuvieran en Siberia, con un post-it sobre uno de los ojos, y apuntándome con un fusil tremendo directamente entre los ojos. Que pasión. Ah, y en la 1 de nuevo halterofilia. Qué mañana más deportiva. Menos mal que ha empezado el atletismo.

jueves, 14 de agosto de 2008

Pekín 2008 Día 6

Hoy está nublado en Madrid y en Pekín llueve a cántaros. En cierta forma me consuela ver la lluvia aunque sea por televisión. La extraño y la añoro. Me gusta la lluvia, que ensancha mi corazón melancólico.
En Pekín han extendido plásticos, lonas, han regalado chubasqueros de colores, han cubierto todo lo posible, pero la naturaleza no permite el desarrollo normal de las actividades. Hace bien, como si hiciera una huelga, la lluvia se convierte en el contrario que entorpece y lucha contra la hipocresía, contra el cambio climático, contra el calentamiento global que se produce rápidamente.
Que a gusto estamos en nuestras casas, coches, oficinas: los dioses calefacción y aire acondicionado nos protegen. Pero como en todos estos casos, ni hay energía para todos, ni es una solución al alcance de todos. Dentro de unos años estos serán lujos imposibles, tal vez como el agua del grifo o la brisa del mar.
En China saben mucho de diferencias. En una población de más de 1.300 millones de habitantes, en una extensión de 9.596.960 km2 (España tiene 504.782 km2) las diferencias de renta percápita, de servicios de todo tipo, de bienestar social, son tremendos.
Sin embargo, sus atletas copan el medallero, se lucen en todos los deportes, hasta en aquellos en los que nunca habían destacado. Han preparado estas olimpiadas como un verdadero escaparate. El problema es que solo enseñan lo que les interesa, aquello que legitima su forma de gobierno y a sus dirigentes.
Nosotros también estamos nublados. El equipo olímpico español se lame las heridas de los cuartos puestos mientras piensan en argumentos que nos expliquen lo que está pasando si se confirman los malos resultados. El miedo empieza a correr por las venas de los dirigentes deportivos que tal vez teman perder sus posiciones de privilegio. Esos puestos que nadie sabe donde se logran, pero que algunos consiguen para toda la vida. Debe ser cosa de la sangre azul de la clase y el dinero.
Pobres mortales, nosotros, sin medallas y sin chofer. Mañana será otro día. Aún nos queda Nadal.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Pekín 2008 Día 5

Nos deshinchamos como un globo. No hay más medallas. Cada vez queda más lejos el oro y el bronce de los primeros días. Volvemos atrás. La euforia da paso a ese sentimiento de injusticia que nos hace perder cuando merecemos ganar. La mala suerte, los jueces... Cualquier alternativa es válida. Pronto saldrá el PP diciendo que todo es culpa de Zapatero. Hace un par de días que no salen ni los príncipes.

Por lo demás todo es estupendo. Deporte de alto nivel para hartarse. El problema es que no conozco a los participantes. Solo a dos o tres y las competiciones tienen un interés menor. A mi me gusta ir a favor de alguien, o mejor aún, ir en contra. Es mucho más divertido y más amplio. Me pasa con el Barcelona. Siempre quiero que gane el otro.

La decepción pues, cunde. La verdad es que somos buenos y obtenemos buenos resultados. Quizá la medalla es la catapulta a la gloria, pero el deporte, como ya hemos dicho, necesita de todos, de los ganadores y de los perdedores. De los soberbios, y de los humildes, sobre todo de los humildes.

Pobres Príncipes, sin trabajo no pueden legitimar su estancia en China, parece que están de vacaciones en vez de en misión oficial de mascotas.

Hasta mañana.

Pekín 2008 Día 4

Ya ha ocurrido. Me he olvidado de escribir la crónica de ayer, y tengo que escribirla a primera hora del día 5. Pero en realidad da igual. Las Chinas siguen haciendo piruetas en la pantalla y yo no me entero. No retengo los nombres ni las caras. Y los uniformes, excepto el chino, que yo siempre confundo con el español (por rojo), no son facilitadores de la identificación: tantos países, tantos uniformes sofisticados, tan pocos colores en el espectro.
Hoy apenas he visto momias o dobles de personalidades. Se ve que solo aparecen en las finales mediáticas y ahora hay muchas eliminatorias. De todas formas he vuelto a ver al franquista embalsamado reconvertido en espíritu y estandarte olímpico. El Sr. Samaranch sigue en los primeros asientos de las tribunos, espacio vedado para los mortales como nosotros. Tampoco tendremos nunca coche oficial y chofer. Resignémonos.
El día de la inauguración, si vi a Putin (con el mando a distancia de la guerra de Georgia) a Bush, con su mujer despeinada, ambos muy deportivos. Estaban allí todos los príncipes y principesas que alimentan los sueños del proletariado. Elegantes, y sin sudar. No se si serán los genes de la sangre azul, o que la tribuna tenía aire acondicionado.
Nuestra parejita siamesa está por allí. Como ya os dije van con el uniforme oficial español, los dos iguales, cada día alterna la diversa ocupación: blanco y rojo, rojo y blanco. Si no los conocéis, os diré que son un hombre alto con cara de bobalicón y una mujer bajita y muy delgada con cara de enterada. Ella no habla, el tampoco, pero tiene asignado el papel de portavoz de la pareja. Y su discurso es claro: España, España, España, la familia real con España, la familia real que da suerte a España, la familia real que es deportista y estupenda, y lo satisfechos que estamos todos los españoles que los vemos por la tele de que ellos sean nuestros príncipes y de las medallas que ganamos en Pekín.
Claro que empiezan los nervios. Día 4 y dos días sin medallas. En fin. Voy a ver a las chinas saltando, que son verdaderamente impresionantes.

lunes, 11 de agosto de 2008

Pekín 2008 Día 3

Solo han transcurrido tres días y me pregunto si resistiré este empacho de deportes y deportistas, más aún cuando me pierdo en programaciones nunca anunciadas y con comentaristas que parecen enemigos de los deportes que trasmiten y que no dan una. La verdad es que en este entorno polideportivo hay que tener gente que domine cada deporte, y eso supondría una plantilla demasiado amplia. Pero cualquier persona atenta, no entendida, solamente pendiente de las retransmisiones encontrará numerosas pifias en los comentarios, desde no callarse cuando deben, errar en la interpretación de las actuaciones, gafar a los deportista, hasta sufrir episodios histéricos cuando surge posibilidad de medalla para un español. Entonces las televisiones despliegan sus emisoras móviles en los domicilios de los protagonistas, en el bar del pueblo, en la escuela... Es el espectáculo casero que gusta en el medio audiovisual.

Los héroes duran poco. Tenemos el ejemplo de los ciclistas, o del campeón de waterpolo Jesús Rollán, o de numerosos gimnastas de la élite de la Europa del Este. Gente destrozada por el doping, por el sufrimiento psicológico derivado de la vuelta al mundo normal y por los padecimientos físicos provocados por los esfuerzos a los que sus cuerpos fueron sometidos. O por el exceso de presión y responsabilidad. Ya hemos comentado en anteriores crónicas que el deporte no es este afán de superación superhumano promovido por las primas económicas de los grandes patrocinadores.

Mañana dedicaré mi crónica a esa extraña pareja, hierática, que disfrazada, no se porqué, con el uniforme oficial de la delegación española, aparece cuando hay que felicitar a alguien, incluso, como ocurrió ayer con Samuel Sánchez, aunque no sepan quién es y se equivoquen al otorgar la felicitación (se tiraron a por Valverde).

Os dejo hasta mañana, vuelvo a la lucha, cansada, aplastada contra el suelo después de visionar unas eliminatorias de halterofilia. Esta noche meditaré sobre las virtudes de la práctica de estos esforzados ejercicios.

domingo, 10 de agosto de 2008

Pekín 2008 Día 2

Hoy casi me olvido de escribir mi crónica personal. Y eso que solo van dos días. Pero la verdad es que he amanecido a las cinco de la mañana para ver lo que echan, porque ese es el tema, no importa lo que tu quieras ver, la programación la imponen los enterados de las televisiones, con lo cual hay deportes que ni siquiera aparecen en las pantallas. O te echan lo mismo en dos canales de TVE, la 2 y Teledeporte. He comprobado también que en TVE no emiten en directo prácticamente nada, y no te informan de ello, con lo cual puedes estar viendo emocionado una final que ya se ha producido. El problema es que si pongo Eurosport me entere del resultado.
Hoy hemos ganado otra medalla, bronce en espada (esgrima) un deporte que casi ni conocemos, pero José Luis Abajo, Pirri, ha obtenido un triunfo que ha pintado las pantallas de todos los canales de extraños austronautas conectados por una cable a no se sabe donde, y con una espada con una bolita en la punta. No me gustan las armas, menos aún en el deporte, aunque sean seguras. Al menos ahí no matan, pero forman parte de la cultura universal guerrera del hombre. Disparamos o embestimos contra todo, dianas, platos, animales y si se tercia, contra los otros hombres.
Mañana no me pienso levantar tan temprano. Si acaso, veré algo en la cama. Al final, si me levanto tan pronto, me duermo en el sofá. Y seguir entre sueños a las componentes del equipo chino de gimnasia, todas iguales, es harto difícil.
Hasta mañana.

sábado, 9 de agosto de 2008

Pekín 2008 Día 1

He estado esperando la celebración de las Olimpiadas, porque me gusta el deporte, me gusta el espíritu olímpico (aunque tan deteriorado y minusvalorado) y me gusta la juventud que se divierte. Supongo que unos Juegos Olímpicos tienen dos tipos de participantes: el montón, que no aspira a medallas ni a diplomas, pero que son la compañía indispensable que les permitirá, a los elegidos, sobresalir. Y por otro lado, estos elegidos para la gloria que se subirán en un podio que significa, o debería significar, lo mejor del deporte, de la juventud y del esfuerzo limpio y personal.
Hoy en día, quizá desde que volvieron a celebrarse estos Juegos, el deporte solo es una parte de esta celebración. Los intereses políticos cogen a estos deportistas como escaparate de sus éxitos y esto significa que en muchas ocasiones se pasa por encima de la ética deportiva, de la ética símplemente. El padre de los Juegos Olímpicos modernos, Pierre de Coubertin, resumió el espíritu olímpico en estas dos frases, aplicables a la vida en cualquier ámbito: "Lo importante en los Juegos Olímpicos no es ganar sino participar." y "Lo esencial en la vida no es vencer sino luchar bien."
Pero los estados, lo políticos que se arraciman en las fotos con los triunfadores, los representantes más presentables de las vetustas monarquías europeas a los que la televisión enfoca cuando el éxito se produce, no están interesados en el deporte, ni en lo que este debe significar para el desarrollo humano, para la formación identitaria de nuestros jóvenes. Solo les interesa la parte que puedan reconocer como suya en los éxitos, que se reparten como aves carroñeras, dejando muy poco al deportista.
No obstante, el sueño olímpico sigue en las mentes de muchos de nosotros y es bello contemplar el esfuerzo sobrehumano y la alegría infinita que muestran las caras de los participantes y las lágrimas que se derraman en los podiuns.
Hoy hemos ganado una medalla de oro, en ciclismo. Samuel Sánchez, a quién pocos conocíamos fuera del ámbito ciclista nos ha hecho emocionarnos y llorar con él. Y con sus compañeros. La generosidad permite alegrarse del triunfo de un compañero como si fuera tuyo. Pero el sueño olímpico es el triunfo de todos los que han intentado estar hoy allí.

domingo, 27 de julio de 2008

Minimalismo cruel

A veces me levanto al baño por las noches. Me siento en la taza, y justo enfrente, en la parte baja del radiador, hay una pequeña telaraña y una arañita. Nunca veo infortunados insectos que queden adheridos a la tela. No se de que vive la pobre araña. A veces la soplo y ella se refugia tras el radiador y otras veces simplemente la miro. Probablemente aún viva porque no me llega el pie cuando estoy en la taza sentada. Sino, probablemente, ya estaría muerta.
Es tan pequeña que no la hemos cazado con la escoba ni la fregona. Yo la dejo vivir.

He decidido que la mataré antes de volver a Madrid, a finales de agosto.

Radoban Karadzic

La detención de este magnicida pone de manifiesto dos problemas endémicos de los seres humanos.
1) Que todos somos iguales, o casi. Que puestos en una situación determinada seríamos capaces de hacer lo mismo que este hombre, o de, al menos, como tantos hicieron, cerrar los ojos al horror. Si los muertos no son nuestros podemos aguantarlo, podemos vivir como si las cosas no pasaran. Podemos llorar un poco, horrorizarnos y seguir con nuestra vida normal, tomar el aperitivo y ver el partido de la tarde. Aquí, los domingos, son domingos, no otro día más en la condena que es la vida para muchos de nuestros congéneres.
2) Que estamos dispuestos a ver las cosas según nos conviene, en cada caso, y que somos capaces de olvidar si lo que ganamos es suficiente. No nos preocupa demasiado nuestra conciencia, se la puede acallar con el poder o el dinero. Los intereses son los que conforman nuestro mundo ético.
Tal vez hoy no tenga un buen día. En realidad, se me ha desprendido una persiana y soy incapaz de arreglarla, mañana llamaré a un especialista.

sábado, 5 de julio de 2008

Julio

Hoy es 6 de julio. Los principios de los meses de julio desde hace 7 años me dan miedo. Porque el día 8 es el aniversario de la muerte de mi padre, de mi muy querido padre. El tiempo lo cura todo, es verdad, pero las cicatrices quedan y en algunas fechas señaladas parece que el tiempo retrocede y vuelves a vivir los terribles momentos, el dolor del adiós impuesto. Siete años ya. Yo no he olvidado tu cara, ni tu voz, ni tus ojos. No he olvidado nada de ti. Ni quiero hacerlo papá. Esparcimos tus cenizas en el lago en que tanto te gustaba pescar y ahora se que hubiera querido poder ir a verte a algún lugar. La alternativa no es gran cosa, un nicho en un cementerio, pero quizá eso me hiciera sentir que me queda algo físico de ti. Pero aún conservamos parte de tu ropa y tus objetos personales y a veces los toco. Y guardo un pañuelo del cuello en una cajita, con tu olor aún. Papá necesitaba esto, necesito aún llorar por ti algunas veces. Papá, te quiero.

martes, 3 de junio de 2008

Los sauces

Creía que no podría resistirlo más. El viento agitaba los sauces junto a la ventana. Mario leía el periódico sentado en su sofá. La habitación estaba oscura y solo la luz de la lámpara de mesa iluminaba el área donde estaba mi marido. Yo me encontraba enfrente, simulando que miraba la televisión. Tenía incluso un rictus en la boca, como si sonriera por las simplezas que se decían. Pero en realidad le miraba a él.
¡Que importante se sentía en su trono, en su espacio!. No hablábamos, como siempre. Cuando acabara de leer querría cenar. Con una mirada me daría la orden y yo como un cordero la seguiría. Luego a recoger y a la cama, sin mirarnos, sin hablarnos.
Hoy es lunes. Ha amanecido nublado. Me gusta. Este ambiente gris y apagado entibia mi corazón. He decidido no esperar más, hoy es el día. El sol calentará tarde o temprano la mañana de modo que me vestiré de primavera, con colores claros. Necesito coraje para ofrecerme a él, para proponerle la locura de compartir mi vida.
La agencia está cerrada aún. Son las 10 menos 10. Paseo arriba y abajo por la acera de enfrente. No tengo valor para esperarle en la puerta. No se siquiera si entraré. Al fin le veo, viene con una mujer. Cuando llega a la puerta se besan en la boca y se despiden. Mi mundo se hace trizas.
He entrado en un bar a tomar un café. Necesitaba sentarme y pensar, repasar lo que he visto y encontrarle algún sentido. El me quiere, me lo dicho cada vez que hemos hecho el amor y cada vez que me ha follado en la trastienda, a mediodía, mientras cerraba para comer. Y me lo ha dicho con sus ojos ardiendo. Y al oído, con sus labios junto a mi mejilla. Mentiroso.
Le conocí en su agencia un día de mayo. Entré a preguntar por un viaje que nunca haría. Mi marido y yo nunca vamos a ninguna parte. Pero a mi me gustaba inventarme planes de vacaciones. Le pregunté por algún destino exótico. Vi que se llamaba Pedro en una plaquita que llevaba sobre el bolsillo de la camisa. Pedro Jazmín. Que apellido tan cursi.
Pero me miró y vi en sus ojos la mirada de un hombre interesado. Y yo, que no intereso a nadie, le seguí el juego. Coqueteamos como dos chiquillos escapados de la escuela. Era el peligro, lo prohibido. Era mi deseo y su deseo, encarnecido de pronto. Solo un hombre y una mujer sin ninguna pregunta. Por mi vientre corrió como la pólvora una sensación quemante, hasta mi sexo, que me hizo apretarme contra la silla. El se dio cuenta y mis ojos se ahogaron en los suyos. No hubo disimulos, ni dudas. Como en un sueño me cogió de la mano y me condujo a la parte trasera de la agencia, a una salita tan pequeña que solo cabía un sofá y una mesita de salón. No necesitamos más.
Pedro me apretó contra la pared y me beso hasta ahogarme en su saliva y en su aire. Me abandonó un momento y cerro la puerta exterior. Sin palabras volvió a mi y sin palabras me bajó las bragas, y sin palabras me introdujo su sexo. Fue una batalla corta, pero sangrienta. Cuando acabamos, sin palabras, me coloqué la ropa y me fui.
Por la tarde llegó Mario a casa. Y yo le miré como si hubiera ganado la guerra y el fuera el perdedor. Sentía todavía el roce del sexo del extraño que me había follado, su líquido, que inconscientemente había derramado en mi. Pero no me importaba. El futuro y el pasado no me importaban, porque me sentía libre. Mario no tenía ni idea, pero era un maduro, egoísta y orgullosos hombre engañado. Su posesión compartida, manoseada por un desconocido, perdida entre los gemidos de otra boca.
Esa noche me acosté pensando en ese momento de locura, deseando de nuevo al extraño, emocionalmente para sentirme deseada, mujer e intelectualmente para seguir perpetrando el agravio en mi marido, en mi santo marido.
Estuve dos días resistiendo el deseo de volver. Pero lo hice. Al tercer día mis pies se dirigieron sin yo notarlo a la agencia. Allí estaba Pedro, atendiendo a una pareja. Me senté a esperar frente a él. Mientras les atendía me miraba de vez en cuando y yo abría mis piernas para que sus ojos horadaran mis secretos. Era suya. Estaba allí para él.
Cuando nos quedamos solos ocurrió los mismo otra vez. Otra vez los besos, las bocas comiendo, los sexos pegados, las manos hiriendo. Nos mirábamos a los ojos. Pero no hablamos.
Estuvimos así durante dos meses. Yo iba a verle en la hora de la comida y el me esperaba ardiendo. Cada vez más abierta al delirio, cada vez menos cauta.
Mario, mi marido, comenzó a notar mi cambio. Mis arreglos, mis cuidados, mis sonrisas sin dirección, mis descuidos con él. Ya no tenía miedo a su indiferencia, ni a la soledad. Ya no estaba sola. Aunque solo tuviera sexo con Pedro, llenaba todo mi mundo. No necesitaba nada, porque estaba saciada.
Una noche Mario me violó. Perdió su indiferencia y me interrogó. Yo no le contesté. Ni asentí ni negué que le engañaba. Le dejé hablar, gritar. Nunca le había oído hablar tanto, ni ser tan expresivo, aunque la mitad de sus palabras fueran puta. Cuando se le agotaron los gritos, las frases hirientes, me pegó. Su bofetada impactó contra mi cara con la fuerza incontenible del odio y la rabia. De los celos de la propiedad, no del amor. No estaba seguro de nada, ni de él, ni de mí. Y me pegó otra vez. Después se sentó y lloró.
Yo le dejé en el comedor y me acosté sin sentir nada más que el dolor de los golpes. No pensaba. Al cabo de un rato Mario vino a la habitación y se echó sobre mi. Quiso besarme, y cuando le volví la cara, no se porqué, pero sin miedo, me desgarró la ropa y me violó. Yo no me resistí, para que, si no sentía nada.
Pero todo el dolor me aprieta ahora las entrañas, me desgarra como no lo hizo entonces. Ha pasado una semana, una semana de encierro, de indiferencia primero y de odio después, un odio reconcentrado que ha ido ocupando mi pecho, subiendo por mi garganta hasta mi cabeza.
Vuelvo a casa. Pasos cansados sobre el asfalto gris, bajo el cielo gris plomizo que ahora me aturde. Llevo encima todo el peso de mi mundo derrumbado, un mundo artificial que no tenía más pilares que mi desesperación y mi soledad. Pedro fue un sueño. La realidad somos Mario y yo. Y tengo que escapar.
Abro la puerta y me dirijo a mi habitación, la que hace una semana no comparto con mi marido. Cierro la puerta, me desnudo y me tumbo en la cama. La espalda sobre el colchón y mis ojos pegados a la lámpara del techo, cristalitos que se mueven con la brisa que entra por la ventana abierta. Oigo al sauce frotar sus ramas unas contra otras, Y mi corazón se desgarra de pronto. Lloro por toda mi vida, por mi infancia perdida, por los sueños imposibles, por la vulgaridad, por la desilusión, por los hijos que no he tenido, pero sobre todo lloro por mi y me desprecio mientras mis manos intentan cerrar los ríos de mis ojos y aprietan sobre ellos. Lloro porque he sido cobarde y he dejado que la vida corra por delante de mi sin agarrarla.
¡Por dios!, ¡por dios!, aún queda tiempo.
Mario vuelve a las 2. Tengo la comida preparada, acelgas con patatas y un filete. Su vaso de vino sobre la mesa y el pan cortado como a el le gusta. Me he cuadrado a un lado de la mesa esperando sus órdenes. Traeme más vino, enciende la tele, siéntate, no te quedes ahí como un pasmarote. Y yo te obedezco en todo, Mario.
Es de nuevo lunes. Ha pasado una semana. No ha sido larga. Cuando no hay ilusiones que cumplir el tiempo pasa rápido. Estoy de nuevo frente a la agencia. Y de nuevo les veo despedirse con un beso. ¿Quién será?. Probablemente sea su esposa.
Entro en la agencia cuando Pedro está solo. Son las 11 de la mañana. No le hablo, no le pregunto nada, no hay nada que saber, he perdido la curiosidad, solo quiero follar de nuevo. Escapar por unos minutos, perderme en el abismo del deseo saciado y sentirme mujer. Después le dejaré como siempre. El no me pregunta sobre mi ausencia, sé que no le interesa. He vuelto. Cierra la puerta exterior y me toma de la mano y me lleva hacia el fondo. Me desnuda con prisa y me besa y me muerde el cuello y el pecho. Sus manos dejan marcas sobre mi piel, y su sexo deja marcada su huella sobre mi alma.
Salgo del médico. Un martillo golpea mi cabeza. Voy a tener un hijo. Voy a tener un hijo. Voy a tener un hijo. Estoy embarazada. Tengo 43 años y mi hijo no es de mi marido. Mi corazón está a punto de estallar en mi pecho. Mis manos aprietan mi vientre que vive.
He ido a ver a Pedro y se le he dicho. No me preguntó nada, pero sus ojos me miraron horrorizados. Solo me dijo que no era suyo, que no podía inventarme algo así y destrozarle la vida, que le olvidara. Mi hijo no tiene padre.
He dejado a Mario, ni siquiera le dije lo del niño, por miedo a su odio, por temor a que ese odio matara a mi hijo. He cogido unas cuantas cosas y me he marchado a la estación. He trasferido todo el dinero que teníamos a una cuenta propia y he tomado el primer tren a la costa con el niño que espero de equipaje. No tengo mucho, quizá para mantenerme hasta que nazca, pero me siento rica: soy libre, amo y seré amada. Mi horizonte es grande, inmenso.
Han pasado dos mes. Estoy sentada en la playa, frente al mar, oliéndolo y oyéndolo. Sintiendo su furia y a la vez su calma, su rítmico batir que acuna mi vientre un poco henchido. Hace tres meses que llevo a mi hijo conmigo. El murmullo de los sauces ha cesado.

Hola chicas

Como no está la jefa, hoy Ana y Cuca entrarán en mi blog para "analizarlo metódicamente con fines puramente profesionales", porque lo harán en horas de trabajo. Si lo hacen sabrán que estoy escribiendo esto para ellas. Y para Nuria.
Las personas somos amplias (no me refiero a los kilos), tenemos aristas que cortan como cuchillos y curvas como almohadones donde reclinar las cabezas. Y a veces solo mostramos las aristas, porque así creemos que nadie nos hará daño. Ellas tienen en la boca las risas de la juventud, de la curiosidad por el porvenir y aún están tiernas (no blandas) y sus aristas no cortan como las mías. No quiero que les hagan daño, pero las calles están llenas de lobos feroces, algunos disfrazados con pieles de cordero. No dejéis que os hinquen los dientes, pero no perdáis la inocencia que me conquista y me hace sentir joven a mi también.
Ayer lo pasé estupendamente en esa comida que nunca tuvimos y nunca existió. Lástima que tampoco vinieran Horten y Yoyo, porque me hubiera gustado verlas, ellas ya saben que las quiero.
Un beso para todas las que lean este textito en horas de trabajo. Se siente, yo estaré durmiendo (y Nuria también) que para eso somos paradas y no pa (progresamos adecuadamente).

miércoles, 21 de mayo de 2008

Ana ha decidido

Y ha decidido que no. Un hombre debe ser un hombre, y por tanto ser capaz de conquistarte, convencerte, tener inicativa y llevarte al huerto por méritos propios. No sé si existirá este hombre, pero conformarse no es bueno, solo es una solución temporal. Eres una mujer completa, tu destino te encontrará.

Alejandro, por dios

Anoche fui a verle al Palacio de los Deportes. Tenía cierto miedo de que verle en directo fuera un poco desilusionante. Pero todavía estoy en éxtasis. Más guapo, simpático y con una voz que atronaba el Palacio y que nos dejaba con la boca abierta. Cómo canta y cómo sonríe. Estoy loca por él, mi sueño sigue. No hay derecho a no tener derecho, ni un ratito, a tener un hombre como él. Deberían crear parques temático en los que pudiéramos vivir sueños, como en aquella película de Suarzeneguer (no tengo ganas de buscar como se escribe). Claro que me pasaría el día soñando. Me consuelo pensando que cuando baja del escenario será como todo el mundo, un hombre a lo mejor caprichoso, u obsesionado por su trabajo, o demasiado mujeriego. Pero me da igual, si pudiera probarlo... Alejandro, por dios, cántame al oído.

Novedades en la vuelta

Ha pasado más de un mes desde que escribí en el blog por última vez. Y en este tiempo ha pasado algo muy importante,
He dejado el trabajo, no podía más. Treinta y dos años después de comenzar, nada me compensa por la esclavitud de las entradas y salidas, del lunes a viernes. Necesito otra vida y he decidido que ya era hora. Por primera vez en mi vida he tomado una decisión con todas las consecuencias y de la que no me arrepiento, ni siquiera tengo dudas. Ya veremos lo que pasa, pero el destino está escrito, estoy convencida.
Me siento feliz.

martes, 8 de abril de 2008

La decisión 2

Jo Ana. Ha pasado casi un mes y todavía nada. Así no llegas a ninguna parte, que tu admirador necesita correr, al menos en estas primeras fases. He dicho correr, no te confundas. Porque ya sabemos que su punto débil son los años. Pero ya me has dicho que tiene unos cuantos puntos fuertes que lo contrarrestan: es fiable, responsable, te quiere y lo mejor que me has dicho de él hasta ahora: !Es que es un cielo¡.
Bueno, pues hasta a los ángeles hay que verles el plumero. De modo que ponte a ello. Si el sábado tiene algún problemilla de cualquier tipo, no te dejes vencer, que te conozco. Dale tiempo. Y hablo solo del plan social, no del íntimo.
Ay Ana, me preocupa que no tengáis un nido de amor, y que el no conduzca. ¿No será de esos hombres blanditos que te hará tomar todas las decisiones?
Supongo que habrás sopesado los pros y los contras concienzudamente. Y ha ganado él, por lo que veo. Me alegro por ti, por lo que tu quieres, por lo que deseas.
No dejes que nadie se mezcle en tu vida, ni dejes que le hagamos huir. Porque ya sabes que los Ballesteros son temibles.
Y cuando le hagas la prueba del algodón -por cierto ¿tomará viagra?- ten también paciencia y no compares ni recuerdes. Concéntrate. Y si las cosas no salen bien, paciencia, que el hombre lleva 8 años esperándote. Y si sale todo bien, enhorabuena, un problema resuelto y un punto más a su favor.
Bueno prima, que tu verás, que me mandes una foto y me tengas informada. No les cuentes a tus amigos las cosas con pelos y señales, porque el podría resentirse. Guardar vuestro mundo para vosotros, y en todo caso, me lo cuentas a mi.
Y tu madre y tu padre, que esperen, que sé hasta lo que te dirán.
Tu padre te dirá que te vas a quedar viuda rápido si te casas con el. Que está en la peor edad, la de los infartos.
Tu madre te dirá -además de que podría ser tu padre- que dentro de nada le tienes con los viejos, jugando la partida.

martes, 25 de marzo de 2008

Querida Nuria

Te han despedido. Y todos nosotros nos hemos quedado helados, en un primer momento y callados después. Parece que nunca hubieras trabajado aquí y eso que solo hacen unos 10 días que te echaron. Nadie ha movido un dedo. Con la creencia de que el dinero lo puede todo la dirección les ha dicho a los delegados que se ha llegado a un acuerdo. Pero no es cierto, la decisión es unilateral. Tu no te querías marchar.
Los delegados han asentido, como siempre, y se han conformado con la situación, no vaya a ser que caigan en desgracia. Y los demás, algunos dicen que acojonados, lo mismo, silencio. No podemos mirarnos a los ojos porque todos sentimos un poco de vergüenza. Pero nadie moverá un dedo por ti, Nuria, que el último día estuviste colocando expedientes de visados en cajas para ayudar y a la que no dejaron ni siquiera recoger más que su bolso y su abrigo, como si no fueras de fiar. Y eso es lo que dicen, que han perdido la confianza en ti. La dirección ha perdido la confianza en ti, aunque en otros foros dicen que no dabas la talla y oficialmente te han despedido por insultar a un superior. Por llamarle cabrón y machista en una reunión acalorada, tu contra tres fieras. Bueno Nuria, lo siento, porque ayer fuiste tu y pronto será otro y quién sabe a quién le tocará. Cuando nos llegue a nosotros, será demasiado tarde.

jueves, 13 de marzo de 2008

La decisión

Querida Prima: he decido hacer la lista de pros y contras de la que te hablé. Tomar una decisión es muy difícil cuando no hay un amor intenso, cuando un hombre te gusta pero no sabes si empezar una relación será un buena elección, teniendo en cuenta tu vida actual, tu situación familiar. Pero eres libre. Date cuenta de eso. Solo tienes que responder ante ti misma. Hoy puedes. De momento, yo que tu, probaría.

Pros
Un cambio de vida
Alguien como tu, con quién compartir las cosas
Apoyo siempre
Ser el centro del universo de un hombre
Formar una familia, tener hijos
Diversión, salidas...
Seguridad económica
Sexo seguro y tierno
Una casa propia
El amor de un hombre maduro es hermoso
Contras
Su edad, 14 años mayor que tu
Vive con sus padres, tiene dependencia
No le conoces relaciones con otras mujeres
Tu familia, que quizá no lo comprenda

De todas formas, esta lista es de oído. Eres tú la que la tiene que hacer, tú, que le conoces y sabes lo que sientes. Pero no te cierres en su edad. Los hombres maduros cuando se enamoran suelen tratar a la mujer como a una reina. Y tampoco te cierres en si tu familia le aceptará o no. Lo harán, aunque necesiten algo de tiempo. Pero lo que si será un choque para ellos, y tergiversará su objetividad, es saber que ya no vas a estar ahí solo para ellos, al 100%.
Tampoco pienses que es tu última oportunidad, 37 años, tu última oportunidad de que?. Quizá de tener hijos. No es cierto, tienes aún mucho tiempo para decidir. Pero eres tu la que tiene que hacerlo, sin presiones, sin prejuicios, lo que tu quieras, lo que tu sientas.
Suerte, tienes todo mi apoyo en lo que decidas.

Vuelvo

Hoy es un día especial para mi. Mi empresa se traslada a su sede social, 20 meses en obras. Y yo vuelvo a estar a cinco minutos (menos) de mi casa. No tengo que coger el coche, ni levantarme a las 6 de la mañana. A partir del lunes volveré a tener una vida. Hoy es un día feliz para mi.

miércoles, 27 de febrero de 2008

La corriente

¿Porqué estoy así? Me complazco en los pequeños desastres y trato, consciente o inconscientemente, de magnificarlos. Se me ha caído una funda de una muela y eso se hace una montaña que no me permite seguir adelante. No se porque, aunque ir al dentista es uno de mis punto débiles, una especie de trauma sin definir, sin contornos. Estoy aquí y estoy viva, pero mi cuerpo no responde como debiera. Es capaz de entrar en la cadencia de la pasividad, de la falta de energía. No se que me consume. y tampoco se como vencerlo. Pero lo peor de todo es que me complazco y no lucho contra ello. Contra la pasividad, actividad. Pero hay que tener ganas, y yo siempre estoy más a gusto tumbada en un sofá que haciendo cualquier otra cosa.
Esta falta de energía es algo físico. No puedes y no quieres hacer cosas, aunque estas te causen placer. No, quiero permanecer parada, quieta, aburrida muchas veces como una ostra. Pasando de las actividades que me atraen, de las cosas que me gustaría hacer. Pero no hago. Todos los plazos se me pasan. Todo el tiempo se me va de entre las manos sin aprovecharlo. La corriente me arrastra consigo, pero no me lleva a ningún puerto.

jueves, 21 de febrero de 2008

La playa

Por encima del horizonte solo hay cielo. Cielo gris que se extiende por las alturas de mi vida, las que mis ojos alcanzan. Y es tan grande la cúpula que forma, que me siento pequeña, insignificante. Y así soy realmente. Un grano de arena en una playa dividida. Al norte crecen arbustos y sombrillas. Hay chiringuitos donde olvidar la sed y el hambre, duchas donde limpiarse los pies de arena y un puesto de la cruz roja que vigila las picaduras de medusas. Al otro lado, al sur de la playa solo hay arena y manchas marrones de lo que fue sangre derramada, que se mezcla y se hunde y queda como si fuera una materia indestructible. Los cuerpos tumbados sobre la arena tienen posturas raras, piernas torcidas, manos crispadas, si te acercas un poco ves que están muertos. En esta playa, donde azota el mar enfurecido, no hay nada. No hay ni siquiera silencio. Yo estoy en la playa norte, pero puedo ver la playa sur, puedo sentir su angustia, el dolor de esa gente que al fondo se refugia en un saliente del acantilado. Puedo ver su sed y su hambre, sus heridas, sus manos vacias, sus ojos secos, sus hijos ateridos sin fuerzas para elevar los brazos suplicantes a su madre y llorar, llorar por el presente y el futuro, por la falta de esperanza y de comida, por el frio, por el horror de haber nacido en ese lado de la playa. Yo los veo, si, pero me doy la vuelta porque no puedo soportar la imágen, su ruido. Y cierro los ojos para olvidar que formo parte de ese mundo, también, que su mundo también es el mio, que somos todos del mismo mundo, que somos todos seres humanos, que su dolor debería explotar en mi conciencia y que mi responsabilidad abarca más de lo que me conviene pensar.

Parejas

El tiempo de la soledad y del olvido nos parece lejano. No tenemos tiempo para pensar en ello. Pero está la vuelta de la esquina, porque nadie nos asegura nuestro mundo, pequeño o grande, rico o pobre. Nuestra gente es lo único que importa. Veo matrimonios de mil años, que viven solos pero están juntos, los dos. Se han acostumbrado a depender el uno del otro y van agarrados de la mano y de sus bastones a todas partes. Siempre uno está mejor que el otro, y su drama es saber que uno sobrevivirá al otro. Después de toda una vida, ¿como puedes aprender a vivir solo?. Has tenido tu compañero, tu consuelo, tu igual y ahora dependes de tus hijos, o de nadie. Estás tu solo/a. Los dos quieren ser el primero en irse.
Me dan envidia, aunque piense que tienen el tiempo contado, me dan envidia, porque yo nunca lo tendré. Y se que habrán pasado por épocas malas, de desamor, de indiferencia, tragedias y pequeños dramas, tal vez por infidelidades, por traiciones. Pero cuando el tiempo de la guerra ha pasado, les queda la calma, su refugio, su casa y ellos dos.
Cuando tienes un compañero no te hace falta nadie más. Cuidaros los unos a los otros. Y cuidar eso que la vida os ha otorgado simplemente por azar y no lo déis por hecho, que no todos lo tenemos. Mi madre hace años, siete, que perdió a mi padre, y perdió sus brazos y sus piernas, pero tambien al hombre al que cuidaba, al que hacía cada día la comida con mimo. Nunca estaban de acuerdo, ni falta que hacía. Cuanto extraño esa imagen de los dos juntos en todas partes. Cuidaros parejas. Y si aún los tenéis algunos de vosotros, cuidarlos también porque nadie los sustuirá cuando se vayan.

jueves, 14 de febrero de 2008

Me deprimo

Me deprimo. El trabajo, el día a día, es como un mar embravecido con lagunas de calma. Pero las corrientes están debajo, bajo un superficie hermosa y excitante. Y es muy dificil bregar con este mar año tras año, cuando aquello de lo que oíste hablar, de la discriminación por razón de edad te alcanza como una ola que te alza en su cresta y te arroja bajo la curva, donde te revuelca y hunde hasta que en el regreso, te lleva con ella. Nunca puedes llegar a la orilla, ya no puedes. Ya no tienes edad. Y sufres un gota a gota que va minando tus ideas, tu iniciativa, tu ambición, tus ilusiones. Hoy he dicho por primera vez la frase en alto, esa frase temida que nunca he comprendido hasta ahora: para diez años que me quedan... Tengo 50, así que con suerte podría jubilarme a los 60, pero 10 años es mucho tiempo, y más ahora. No puedo permitirme renunciar a vivirlos o a vivirlos hundida en la miseria de la conformidad, de la rutina. No valgo para eso. No se vivir sin luchar. Pero luchar contra los elementos es muy dificil y yo tampoco tengo fuerzas para ello, ni respaldo, ni dinero para decir que nada me importa y que ahí os quedáis. No puedo. Estoy atrapada en mi medio de vida, en mi casita caliente, en mis fines de semana tranquilos. No puedo arriegar lo que tengo, ni perderlo. Pero el precio es alto. Vivir bajo la bota de los mindunguis unidos del mundo. Nueva especie en crecimiento.

jueves, 7 de febrero de 2008

Primavera

El tiempo de la primavera viene hacia nosotros como una esperanza cierta de mejora. El sol permitirá florecer los campos y las almas. Las piernas tomarán el aire y los ojos se achicarán mientras la sonrisa ocupa nuestra boca. Viene tiempo bueno, tiempo de luz y días largos. El calor empapará de brisa nuestras casas. Por las ventanas abiertas circulará el aire de las mañanas tíbias y en la noche los corros en la calle llenarán de murmullos nuestras camas. El tiempo que vendrá será mejor.
Para ti también. Te he visto dormir en el pequeño soportal de la tienda cerrada, pequeña como eres y vieja o tal vez solo arrugada porque tu piel no tiene protección, está siempre asomada al viento y a la lluvia, a este invierno desolador y largo que no te permite dejar de temblar. Te di cinco euros hace días y no te he dado más. Me da verguenza. Tu no pides. Pero estás ahí sentada esperando la noche entre cartones para dormir en las peores condiciones que una persona merezca. Y no te he visto comiendo ni bebiendo.
Ahora vendrá la primavera y podrás al menos estirarte y cambiar tu ropa vieja por otra más ligera. Y podrás dormir sobre el asfalto sin el frío que apaga tu mirada, que agarrota tus manos y tu vida entera. La primavera tal vez traiga nuevos tiempos. Tal vez las cosas cambien. Tal vez tu vida cambie. Ten esperanza al menos mujer. Aunque sea dificil cualquier cosa puede suceder... en primavera.

lunes, 4 de febrero de 2008

Telenovela

Hoy mi oficina parecía una telenovela mejicana. Todo eran susurros y corrillos porque nos hemos hecho un trabajo de encaje fino y entre unos y otros hemos descubierto que nuestro jefe y una de las empleadas tienen una aventura. Hoy estaban de viaje de fin de semana a Praga. Por lo visto es una de las ciudades preferidas del jefe para sus conquistas. El está separado y no hace mucho que rompió con su última novia. Ella estaba casada hasta nuestras últimas noticias. Ambos tienen un hijo, ella un niño de unos 8 años y el una joven de 16 años.
Estos líos en la empresa son perjudiciales para todos, pero sobre todo lo será para mi compañera cuando todo acabe. Ella será la que aguante la bajada de la montaña rusa, porque ahora todo es subida. Ha sido ascendida (a costa de otra compañera) y es tratada de modo especial. Es más, hay un corrillo de personas que actúan como tapadera. Pelotas.
Ella no parece querer ocultarlo. Contó que se iba a Praga con una amiga. El contó que se iba a ver a su hija a Canarias, pero salieron juntos hacia el aeropuerto, el con una guía de viaje de Praga que le prestó su segundo.
De modo que hoy ha sido un día de especulación. No es que el se aproveche de ella, que tiene ya cuarenta años, pero su modo de vida no ha sido nunca como el que es al lado de mi jefe, un hombre con una buena posición, culto, atractivo a su manera, snob. El tipo de vida que le va a enseñar no es uno que ella pueda mantener después. Pero la vida de cada uno es privada.
El problema es cuando afecta al resto de trabajadores, cuando hay dicriminación positiva por lío y se hacen distinciones sin argumentos. Pero al fin y al cabo el lunes se nos ha hecho mucho más corto.

lunes, 28 de enero de 2008

¿Odio mi trabajo?

Nunca he sido, desde mi primera juventud, de sentimientos tan fuertes como el odio. No odio a nadie, porque nadie merece ser odiado, hay que ser un poco objetivo y pensar que cada uno de nosotros está simplemente a un lado o a otro y que vemos las cosas de diferente modo. Pero el odio se extiende más allá de las personas, a los conceptos y ahí si quiero odiar: la muerte de los inocentes, el abuso del poderoso, el daño por el daño, la avaricia y la petulancia, la indiferencia... mi trabajo.
Es un conjunto de sentimientos, mi edad, 50 años, lo que según mis jefes no me permite una proyección a futuro (me baso en los hechos, no en las palabras), mi antigüedad en la empresa, 31 años, lo que hoy por hoy supone una visión destructiva desde la dirección: solo derechos y nada de deberes. Así nos ven.
Es cierto que mi ambición no es grande, y mi visión de las cosas ha cambiado. Esta empresa era parte de mi vida, ahora no. Ahora solo quiero que acabe la jornada. Antes, muchas veces, esperaba con ilusión los trabajos del día, ahora no. Ahora solo espero que pasen las horas.
Han puesto a una de las personas más imaginativas de la empresa, a mí, a controlar un sistema de gestión integrado basado en procedimientos, procesos, instrucciones: reglas y normas, uniformidad. Será estupendo para la empresa, pero yo no soy la persona idónea. Pero tengo un título bonito, y la mayoría de los días ni se fijan en mi. Y si se fijan, malo. En realidad, a pesar de tener un gran sueldo y un buen puesto, de tener cierta autonomía y ser, en general, bien tratada, me siento objeto de acoso laboral. No estoy en una esquina olvidada, pero se puede estar en el centro y aislada. Mi segundo al mando, el segundo en el organigrama, me dice con bastante frecuencia, y me lo trasmite de otras formas con más frecuencia aún, que no estoy en los equipos de creación ni decisión. Es decir, que me calle. Que haga lo que me digan y que olvide que tengo una mente despierta, excepto en mis procesos, procedimientos...
Así que en días como hoy, lunes, simplemente me muero de sueño y miro el reloj. Tengo mucho que hacer, pero la verdad es que no domino los temas, no sé muy bien como saldrá mis próximos trabajos y eso me preocupa. Soy responsable. Pero estoy en un ambiente que ya no conozco, los pactos van por encima del trabajo, los pactos de no-agresión entre los nuevos jefazos nombrados nos dejan a los demás en un término medio que casi nadie entiende. Tampoco interesa demasiado entenderlo. Es así y ya está. A callar y a trabajar. Pero yo pienso, pienso mucho y me encuentro aislada.
Me planteo irme de la empresa, aún sabiendo que es solo un sueño utópico. Y me planteo plantarme ante mi médico de cabecera y decirle que no soporto venir cada día hasta el trabajo, a aguantar los mismos chascarrillos, las mismas memeces que todos los días.Y me pregunto de nuevo ¿Odio mi trabajo? Encorsetado, normativizado, conceptual, aburrido, monótono... ¿U odio lo que le rodea, o le adorna? Ese personajillo que nos han metido con calzador para que el personal no se le suba a las barbas al manda más. Que por otra parte ha tenido nuestro apoyo y nuestro cariño -¿Qué difícil verdad?- En momentos cruciales. Aún hoy, creo que nos la jugaríamos por él. Pero está tan equivocado, tan desorientado. Pero el orgullo es fuerte y le tiene cegado por el lado que no le ciega su adlátere. En fin, esperaremos acontecimientos. Cuando menos te lo esperas la vida da un giro.

viernes, 25 de enero de 2008

AF

Hoy me toca, de nuevo, hablar de Alejandro. Le he visto en un programa de la televisión mejicana, guapo, aunque como siempre, envarado. Pero ha cantado un poco en directo y me maravillo. Tiene una voz preciosa que cada vez me gusta más. A veces es un poco engolado, pero aún así me gusta. Es poderoso cantando, le sobran recursos y los emplea. Incluso me he puesto a oír en el coche su penúltimo disco, el que menos me gusta de los últimos, Viento a Favor. Es un poco como hecho a medida, variado, estudiado, pero no se si técnicamente está bien grabado, porque se le nota mucho la pronunciación de las v casi como f. Creo que en algún punto del tratamiento técnico está forzado. Lo mismo pasa con su voz en el dueto con Beyoncé. Su voz suena un poco ronca, no parece él hasta que baja. Ella canta muy bien, de modo que no se porqué él está manipulado. Su último disco, 15 años de éxitos no me lo he comprado, ni siquiera pirata. Lo he bajado de Internet. Me siento un poco culpable, no solo por el, sino por todos los autores. Si me pongo en su lugar me parece un robo. No me cuestan nada, Papito, Dos pájaros a Tiro... No se si el canon digital sustituye estas pérdidas, pero no lo creo. Cuando ves a los top manta con todas las novedades discográficas te preguntas cuanto dinero dejarán de percibir por la venta de sus productos. Aunque claro, las discográficas no pierden, siguen ganando. Lo que ocurre es que si hay riesgo no quieren saber nada y no lanzan nuevos cantantes. Tiene que cambiar el mercado y las nuevas tecnologías lo conseguirán en breve. Yo mientras sigo con Alejandro en el oído. Su voz no tiene que ver con las tecnologías, sino con la garganta de un hombre con un don. Es como la fruta que crece en los árboles, frutos del paraíso para nuestro placer común.

miércoles, 16 de enero de 2008

Cadena perpetua

Ayer iba caminando por Sol, con mi perra, viendo a la gente ajetreada, ir de un sitio para otro como hormigas buscando el hormiguero. Había estado hablando con mi prima Ana, que tiene problemas en el trabajo, problemas de saturación, de exceso de trabajo, de falta de ayuda, de apoyo. También hablé con mi hermano sobre mi cuñada, que tiene un problema de ansiedad asociado a su trabajo, que ha comenzado a primeros de enero. Los problemas son distintos, como mi caso, que también lo es. Pero en las tres subyace el problema común de la obligación de ganarnos la vida por encima de nuestras preferencias, de nuestras necesidades personales, de nuestra visión interior, etc. Es decir, nos colocamos sobre patrones en los que no encajamos, a una le tiran las costuras, a otra le está largo el traje y a otra, simplemente, no le gusta el color, pero ninguna se vestiría con esa prenda si pudiera elegir.
Cuando iba caminando por Sol desee poder ser feliz en mi trabajo. Desee llegar cada mañana con ilusión ante la aventura de desarrollar y hacer cosas nuevas. Pero las 8 horas de rutina, de luchas subterráneas, de incomprensión, de falta de motivación pueden con ese sueldo que a final de mes suponer la diferencia entre vivir con comodidad o malvivir. Siempre se habla de esa gente que gana mucho dinero pero no tienen tiempo para gastarlo. Pero el problema contrario, tener mucho tiempo y poco dinero es peor. Las cosas sencillas de la vida, como pasear, leer, o simplemente ver la televisión, charlar, no parecen cosas importantes, no parecen merecer el gasto de tu tiempo, pero verdaderamente son lo único que nos puede salvar. Contra esa cadena perpetua que supone el trabajo diario solo podemos llenarnos por dentro de valores e ideas, fabricarnos un airbag interno que nada ni nadie pueda estallar. O impregnarnos de una pátina de aceitoso líquido que deje escurrir hacia el suelo todos los comentarios dañinos, o malsanos.
Chicas, si pudiera aliviaros, pero si no puedo hacerlo conmigo misma, como podría ayudaros a vosotras. El futuro es incierto, pero no es eterno y no se porque nos preocupa tanto si no podemos comprarlo. Deberíamos disfrutar ahora que todavía podemos. Pero estamos pendientes de la seguridad.

domingo, 13 de enero de 2008

Benazir Bhutto

Benazir Bhutto  ha muerto asesinada. Es algo que cualquier vidente de tres al cuarto hubiera podido predecir. Cualquiera de nosotros lo hubiera podido hacer. Al fin y al cabo es el destino de los "profetas" de buena parte de esos países legendarios que forman parte del medio y lejano oriente. En concreto Pakistán y la India, países grandes, ricos, influyentes internacionalmente al menos por sus dimensiones y población, donde la mayoría de la población apenas sobrevive. En este panorama surgió la figura de Benazir, la primera mujer musulmana al frente de un país, elegida democráticamente. Una mujer hermosa, instruida, con carisma. Una mujer que ocultaba bajo un velo etéreo, normalmente blanco una cabeza muy bien puesta sobre los hombros. Pero como muchos de sus conciudadanos y la mayoría de los integrantes de estas estirpes de poder populista de los países del indostán, consciente de la necesidad, o del sino, de morir como martir. Es parte de su biografía, de su destino vital. Ya han nombrado al nuevo martir, su hijo. A no tardar demasiado le veremos morir. Poco importa la mano asesina, casi siempre bajo el manto de la traición. Poco importa la forma.
Pero de la muerte de Benazir lo que más me sorprende es la poca repercusión entre nosotras, las mujeres de su/mi generación que la vimos en su día como modelo de resistencia, de empuje, de mujer que sin renunciar a sus principios era capaz de aglutinar a un pueblo (alejado de los principio democráticos y de la igualdad de géneros) a su alrededor. Las circunstancias políticas en Pakistán nunca han sido claras y los cambios políticos han sido producto de golpes militares o planificados por una democracia corrupta. No creo en todos los pecados de Benazir, pero en realidad eso me da igual, porque ella abrió puertas, liberó prejuicios y llevó a su país a las esferas internacionales, a la curiosidad del resto del mundo. Extendió sus fronteras más allá de esos límites geográficos que tantos disturbios crea con la vecina India.
El subcontinente indio cuenta con una cuarta parte de la población mundial, y su densidad de población es siete veces superior a la media mundial. Su situación política global siempre es preocupante y desde luego el papel de la mujer en esta zona es bastante precario. Benazir fue una especie de rayo de esperanza, del despertar de las minorías, de los desfavorecidos.
Cada granito de arena vale. El mundo cambiará o su destino es facilmente predecible.

viernes, 11 de enero de 2008

El examen

Mañana me examino. Estoy estudiando psicología a distancia y mañana me enfrento con la realidad más sangrante. El papel en directo, las preguntas solas conmigo. No suelo memorizar todo lo que estudio, pero en este caso, en una asignatura como Fundamentos de Neurociencia esto es un problema, porque la terminología es la que es y no puedo utilizar sinónimos o adjetivos calificativos. El supraquiasma, es el supraquiasma me ponga como me ponga, aquí y en Pekín. El mayor problema es situar los términos. Tengo localizados los órganos cerebrales, pero el problema es su conexión y coordinación. Que neuronas traen y llevan, que áreas se activan o se desactivan. Muy difícil, aunque muy interesante. Pero aunque estudie a fondo esta asignatura se que me quedaré tan en la superficie que quizá no le he dedicado el suficiente tiempo. Esto en realidad es anatomía, medicina, fisiología. Yo solo quiero atender a gente con problemas, no con enfermedades, porque no creo estar capacitada para ello. El psicólogo tiene su propio campo de actuación y este acaba donde empieza el del psiquiatra, neurólogo, etc. Pero lo que a mi me importa mañana, como siempre, es aprobar. Ser capaz de acordarme de lo que me pregunten, incluso entender las preguntas, problema que siempre me surge. Nunca he sabido si mi lógica es errónea o lo son las mentes de los demás. Supongo que el problema será mio. Desearme suerte, el balón está aún en el tejado.

miércoles, 9 de enero de 2008

Soy como soy

Uno de los mayores problemas del ser humano es la insatisfacción. Con lo que somos, con lo que tenemos, con nuestro entorno. Pero lo principal es aceptar que eso es lo que hay. Y que si queremos podemos ir cambiando, pero lo primero es aceptarnos como somos. Porque sino la insatisfacción nos corroerá por dentro, desde las entrañas hasta envolvernos en una red de amarguras y envidias. Mírate, observate y probablemente no será todo tan malo. Apunta las cosas que quieres cambiar y empieza poco a poco. No trates de comerte el elefante de una sola vez. Y acepta a los demás también como son. Si los quieres, porque los quieres así. Y si no los quieres, que más te da.
En cuanto a desear aquello que no podemos tener, preguntate que te es imprescindible, que importan las cosas, las propiedades. Si tienes salud, una casa, un trabajo y alguien que te quiera, no se necesita nada más. El dinero no compra la felicidad, ni la salud, aunque hace habitualmente las cosas más fáciles. Pero tu eres la persona que eres por tu lucha, por tu día a día, porque tratas de mejorar con tus mimbres y en eso está el verdadero mérito y la satisfacción personal, la más importante, la que tampoco compra el dinero. Sientete a gusto contigo mismo y aceptate como eres, seguro que no es tan malo. Quiérete porque eres lo más importante de tu vida y probablemente de la vida de otros.

jueves, 3 de enero de 2008

Salsa asesina

Hace al menos tres meses compré un pollo asado en un establecimiento de comida preparada. Cuando saqué el envase del coche se derramó la salsa sobre el suelo del garaje. Durante varios días olió a pollo asado en toda la planta, y el líquido sobre el hormigón tardó bastante en dejar de ser líquido. Después de tres meses y de observar día tras día la evolución de la mancha que quedó, observo que sobre el hormigón grisáceo se proyecta una superficie más oscura que no varía su tamaño. Es como el chapapote del prestige. Es una salsa que se ha quedado sólida sobre el suelo y que no parece disminuir ni concentrarse. Sigue ahí como amenaza de sus componentes. Si actúa así sobre el hormigón, ¿como actuará sobre nuestro estómago o nuestros intestinos? y después, sino no es biodegradable, será un residuo tóxico que ha corrido por nuestro cuerpo libremente. Supongo, como lega que soy, que el problema serán los aceites o grasas utilizados para preparar esa salsa. Y me pregunto donde van todos esos residuos que arrojamos por las tuberías de los fregaderos y como afectan al medio ambiente. Utilicemos los puntos limpios y llevemos allí los aceites utilizados. Todos nos quedaremos más tranquilos.

Sexo virtual

¿Porque llaman sexo virtual al sexo por internet? Que tiene de virtual, es sexo independiente, sexo separado, sexo en red, pero sexo al fin y al cabo. Porque a cada lado, delante y detrás de cada pantalla hay personas. Unas veces en vivo y otras en fotos o vídeos. Pero siempre son personas, no seres creados en la imaginación, ni seres que solo existen en ese plano plano que es la pantalla del ordenador. Y cuando practicas sexo significa que estás haciendotelo, aunque sea contigo mismo. Internet es la inspiración, la revista porno, la película guarra, pero los actores son personas y tu eres tu, con tus manos en acción. ¿Que tiene de virtual una masturbación?, ¿parece más fina por ser "virtual"? El diccionario de la RAE define realidad virtual como "Representación de escenas o imágenes de objetos producida por un sistema informático, que da la sensación de su existencia real". Lo que llamamos sexo virtual no es mentira, no es producto de un sistema informático, solamente se trasmite a través de él. Y los hombres y mujeres modernos lo utilizamos como sustituto de relaciones verdaderas en su sentido histórico o social. Para hacer sexo nunca han hecho falta dos personas, con una y algún artilugio, habilidad, historia y sobre todo con la imaginación que nos hace volar y conseguir cualquier cosa podemos follar con cualquiera, tener fantasías que no seríamos capaces de hacer realidad. Lo que quizá no entendamos es que esas personas que nos muestran el sexo más desaforado, más herido en la red, el más humillante, son reales, no son imágenes virtuales, y nosotros nos excitamos viendo como muchas de esas personas son maltratadas y vejadas, en el mundo de la globalización nos llegan imágenes desde todas partes con una característica común, la explotación de los más débiles en aras de la ganancia de los más fuertes. Y nosotros, eso si, somos cómplices reales, no virtuales, porque somos por un lado consentidores y por otro consumidores de esa irrealidad que escenifica nuestras fantasías más alucinantes, más pervertidas. No nos sentimos culpables porque nada nos parece real y porque nos venden que ese sexo nuevo, permitido, fácil, no nos deja huellas: ni emociones, ni enfermedades, ni remordimientos. Por unos cuantos euros compramos la vida expuesta, humillada, de un montón de seres.

martes, 1 de enero de 2008

Serrat

Están echando en la televisión un concierto de Serrat y Sabina. Sabina que gusta y me cae bien, pero lo de Serrat es otra historia. Esta si que no es de fantasías ni de amores imposibles. Esta es una relación que tiene ya unos 36 o 37 años. Desde que se cruzaron nuestros caminos, yo en el colegio y el cantando. Ha sido una historia de vida, paralela, el creciendo, yo creciendo, el envejeciendo, yo pronto, el cantando, yo escuchándole. Los discos de Serrat se compraban sin oírlos. Era una cuestión de fe. Y siempre estaba ahí, pensando lo que yo pensaba y diciendo lo que yo no sabía como decir. La cabeza sobre los hombros, la sensatez como forma de expresión y eso ojillos pícaros capaces de arrancarte una sonrisa, o una lágrima. Eres parte de mi vida, como mi familia o mis amigos antiguos. Eres un referente, una de esas personas que sí me hacen desear ir en este mundo.

Feliz año nuevo

Feliz año nuevo. En este nuevo año, como siempre, comenzaremos con buenos propósitos. Quizá no sea tan difícil, todo es cuestión de hábitos, podemos cambiar. Yo me voy a proponer ser más humana, abrirme más a los demás, aprovechar las oportunidades e intentar divertirme como lo hace la mayoría de la gente. Menos pensar y más acción, menos soledad y más gente. Tal vez todo vaya mejor, me vaya mejor. Es un buen propósito, aunque ya me parece complicado si quiero comenzar mañana. Sigo prefiriendo quedarme en mi casita. Ya veré. Tal vez esté equivocada, o tal vez las cosas sean más fáciles. Vivir simplemente sin plantearte cada paso, sin que te de pereza ir con el rebaño. Y no lo llamo rebaño con ánimo peyorativo, sino al contrario, con la envidia sana de quién no sabe relacionarse. Se me ha olvidado. Aún recuerdo otros tiempos en que me gustaba la gente y mi casa no era mi castillo, sino simplemente mi hogar. Ha pasado uno hora del nuevo año. Tengo muchas cosas que cambiar y muchas que cuidar. Espero lograrlo. Lo más importante es intentarlo.