miércoles, 15 de diciembre de 2010

Pero todo salió mal

Siempre recordaré con inmensa tristeza esos últimos días de noviembre... Desde la ventana de la habitación 210 veía la nieve descolgarse lentamente del cielo, imitando las largas horas de la espera. Sin embargo, la desesperanza viajaba rápido por los pasillos. Los médicos mudaban su rostro sonriente y todo el personal se hacía complice en los peores momentos, mientras yo me aferraba a la mano de mi madre.
No nos faltó a ninguno caricias y consuelo, pero la fragilidad de la propia vida nos venció.
Juan Carlos, el nefrólogo, acarició el penúltimo día la mejilla de mi mami y le dijo "adiós pequeña" y yo vi en él el dolor de todos los profesionales que nos rodeaban. Gracias por ello. A todos.
Lucía Fernández Ballesteros

lunes, 6 de septiembre de 2010

Esperanza

Es una palabra bella, que engloba todo lo que deseo, todo lo que necesito. Es mi horizonte, hoy, que apenas puedo pensar más allá de mañana. Es la luz que ilumina un dificil camino. Es la certeza de que todo saldrá bien.

sábado, 29 de mayo de 2010

Días difíciles

A veces, las cosas se tuercen sin saber porque. Me refiero a las relaciones personales, a lo que cada uno siente. Pasamos por la vida conteniéndonos o siendo aquello que los demás quieren que seamos. Y si no somos así, nos sentimos culpables. Que difícil. Sufres porque no eres quien quieres, o sufres porque defraudas a los que te quieren.
Ninguno de nosotros es libre. Solo la soledad absoluta te hace libre. Cuando el amor no te ata a nadie. Solo entonces puedes ser tu mismo. Pero ¿quién querría algo así?
Ahora tengo problemas en casa. Nunca me han querido como soy realmente, porque nunca lo han sabido. Solo yo lo se, o quizá ni siquiera yo. Pero hasta conmigo misma tengo que cumplir. ¿Y para qué?
Las emociones me hacen sufrir. Lucho contra la culpabilidad, contra la impotencia. Lucho contra un día a día difícil. Porque la convivencia lo es. Parece que nos ofuscamos y no solo no nos comprendemos, sino que nos complacemos en ello, viviendo en medio de una guerra. Pero si solo algunos de nosotros pretendemos cambiar, la solución es imposible. Todos tenemos que poner de nuestra parte. Olvidar la rabia que todos llevamos dentro. Todo el rencor acumulado. Parece que no, pero nuestra memoria tiene un apartado de "daños causados por los más queridos" y a veces acuden a tu boca rencillas pasadas, cosas que han pasado a formar parte de tu vida, pero que te hacen daño.
No quiero ser un felpudo. Quiero ser valorada, no solo querida. Quiero respeto.
Yo soy la primera que meto la pata. Y el orgullo hace muy difícil que reconozcamos nuestros errores. Pero si lo hacemos todos...

martes, 18 de mayo de 2010

Pepe Blanco, dimisión

Querer engañarnos tratando de hacernos ver cuan sociales son las medidas planteadas por el Gobierno para bajar el deficit, cuan solidarias, supone llamarnos tontos delante de nuestras propias narices.
He oído decir que la presencia de Pepe Blanco, el pasado sábado, en un programa de gran audiencia televisiva -la Noria, Tele 5- fue un un ejercicio de valentía. En él, nuestro excelso ministro de fomento, hizo un ejercicio didáctico digno de un parvulario o de una dictadura, elijan.
Con una voz alta y clara y mirándo a los ojos de los televidentes tras la cámara, nos hizo ver lo ignorantes que somos, que ni siquiera sabemos lo que nos conviene. El nos lo dijo. Nos explicó que el Gobierno ha tomado esta medidas "sociales" porque eran imprescindibles. Pero que no nos preocupemos, que no pasa nada. Ellos nos cuidan.
Pero sin embargo, no nos explicó porque estas medidas no eran imprescindibles hace dos semanas, por ejemplo, antes de que los buenos colegas europeos de nuestro Zapatero -los de más peso, al menos- y Obama se las dictaran y exigieran.
Cualquier persona podría ver que para tocar el gasto se puede ahorrar en subvenciones a numerosas instituciones y empresas relacionadas con la sanidad y educación privada, a colectivos dudosos o inútiles, algunos de ideologías cuestionables... y en cositas tan del gusto de los poderosos -cuanto más de medio pelo mejor-  como los privilegios: coches oficiales con chofer, viajes, comidas y cenas en los mejores restaurantes, y estética, mucha estética -me refiero a los retoques de imagen del propio Gobierno-,... y se puede, sin duda, ahorrar mucho en sueldos de altos cargos, diputados, concejales, alcaldes... Todos aquellos que son cabeza de ratón. Ah, y se me olvidaba, ¡lo que podríamos ahorrar en asesores!
No se, creo que todo tiene un orden, primero las personas y primero los que menos tienen. Es curioso que estas medidas sociales, tan solidarias, no toquen a los ricos. Bueno, solo si son funcionarios o pensionista. No se si habrá alguno.
Sin embargo, Pepe Blanco nos lo explicó todo bien, solo que yo no me enteré. Es fácil, como ese señor al que tuvo que explicar que las pensiones no bajan, que se quedan igual. Que susto.
No soy funcionaria ni pensionista. Pero soy parada. El 3 de junio se me acaba la prestación. En dos años no he recibido ni una sola oferta de trabajo. Solamente me han llamado para asistir a cursos que ya había hecho -bueno había algunos de soldador o encofrador que no- y paripés de citas para prepararme psicológicamente para las entrevistas de trabajo que no he tenido. Estas empresitas nacen de esos chanchullos de subcontratación de empresas que hace la Comunidad de Madrid y que nos cuestan tanto dinero que va a parar a manos privadas. Si sirvieran para algo... En la última me dieron unas fotocopias para rellenar encuestas por Internet. No se gana dinero, pero te dan puntos para concursos.
Tengo 53 años, mujer... en este mundo laboral que han construido, ¿quién me va a querer?
Pero bueno, espero que Pepe Blanco, que al parecer tiene aspiraciones de sustituir a Zapatero, me lo arregle. U otro cualquiera.
Pero que no me tomen por tonta. Que me fijo, y veo que todos hablan igual y dicen lo mismo. Que casualidad, el mismo tono didáctico en todos. Que pena.
Yo he votado siempre socialista. Ahora pienso abstenerme. Aunque los temo, ni siquiera me preocupa que gobierne Rajoy y la panda del Gurtel. Lo que más me preocupa es oír a Mª Teresa Fdez. de la Vega, a José Antonio Alonso -cuanto más confiabas más te defraudan-, a Salgado, al ínclito Pepe o a la insustancial Leire -que poca verdad hay en toda ella- el mismo discurso, el de !que tontos sois, que no sabéis lo que os conviene!
Mientras, los buitres empiezan a rondar al propio Zapatero, en un partido en el que huele a rancio, porque aunque se renovó la primera línea los de siempre siguen en el mismo sitio. Y lo que más duele, esos renovadores ilusionantes de la primera fila, se agarran ahora con todas sus fuerzas a sus sillas, dispuesto a decirnos cualquier cosa por permanecer en ellas.
El sábado, he de confesarlo, solo resistí unos minutos el discurso de Pepe, porque me dio náuseas. Náuseas de su falsa humildad, de su falsa mirada solidaria que trataba de llegar a nuestros ojos a través de las cámaras, náuseas de su voz, de su discurso mentiroso... Cobarde.
Pepe Blanco y sus compañeros de Gobierno son cobardes, porque no supieron enfrentarse a la verdad y ahora han obedecido la voz de su amo sin pestañear, mientras pasaban por encima de todo aquello que nos habían contado antes. Y más cobardes aún porque no tocan al rico, ni al poderoso: bancos,grandes constructoras agazapadas esperándonos, petróliferas, telefónicas, energéticas... solo al´trabajador, tan controlado... ¡que sigan vendiendo coches!
Pero las perspectivas son estupendas. Somos un país en la cumbre. En la cumbre de los problemas económicos y laborales, hasta tal punto que parecemos -cuanta grandeza- capaces de desestabilizar a Europa y en la cumbre de los países democráticos que inhabilitan a los jueces que investigan los crímenes franquistas. No somos garante de la democracia, sino de la impunidad franquista.
A veces me parece que vamos para atrás. Espero que Pepín me lo explique.

jueves, 13 de mayo de 2010

Zapatero dimisión

No voy a entrar en nada más que en una consideración. Durante dos años, después de las últimas elecciones generales, he estado oyendo al Sr. Rodríguez Zapatero decirme una serie de cosas, explicarme una serie de conceptos que yo he creido, e incluso, he defendido ante terceros.
Ayer me dijo que toda la seguridad que mostraba, todos sus planes sociales y económicos para salir de la crisis eran falsos. Porque lo que tiene que hacer para intentar arreglar las cosas es recortar gastos de los de siempre. La situación puede ser muy grave, pero las ayudas llegan a los bancos y a los grandes empresarios. Y al ciudadano normal que le zurzan.
Cómo soy de izquierdas y votante socialista me creo en el derecho de pedir la dimisión de un Presidente del Gobierno español que ayer tuvo que seguir las órdenes de Obama y de sus colegas europeos. Y doy gracias porque no estemos solos.
Y pido, que con el Presidente, dimita todo su equipo, desde el primero hasta el último diputado y senador, nacional, autonómico, europeo, concejales, alcaldes, los comités del partido... Que se vayan todos y cuando se haya limpiado todo con bien de lejía, se haya logrado desincrustar de sus sillones a esos que han vivido toda la vida de lo mismo -en Madrid tenemos muchos ejemplos-, habremos conseguido dejar todo vacío de intereses personales, de egos, de guerras por el puesto, de líderes prefabricados por si mismos y por cuatro amiguetes del partido que esperan colocarse al amparo de su amigo encumbrado, de cadáveres de gente válida que no hacen la pelota ni buscan el enriquecimiento personal...
Esto no es demagogia.
Yo no hablo de que vengan de otros partidos a hacerlo mejor, ni de que haya elecciones. No, yo quiero que dimita el Sr. Zapatero y que otro socialista, no involucrado en este desastre del seguimiento de la crisis, sea Presidente.
Porque después de lo de ayer, si todo sigue más o menos, no voy a volver a votar en ninguna elección, y espero que muchos me sigan.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Estoy harta

Lo estoy. No se si será un antidepresivo que he dejado de tomar o simplemente la vida. Pero hoy -y ayer...- me siento harta de aguantar las palabras mentirosas de los políticos, sin ir más lejos, o de las televisiones interesadas que tratan de crear opinión, o de la prensa que se mueve según manda el patrón.
Estoy harta de tener que pasar de aquello que solucionaría todo. El sentido común. Por ejemplo:
Es de sentido común que todos tengamos un hogar y no haya gente que viva en la calle
Que todos tengamos lo suficiente para subsistir, al menos
Que todos recibamos educación y asistencia sanitaria
Que todos los hombres y mujeres somos iguales
Que no debemos ser unos siervos y otros amos
Que todos necesitamos a los demás
Que los ladrones, violadores y asesinos estén presos
Que la policía te guarde, no te acose o te apalee
Que la política no debe ser una carrera para "toda la vida"
Que los jueces no son omnipotentes
Que los ricos paguen más impuestos que los pobres
Que la especulación no es un modo de vida
Que los niños sean protegidos por todos
Al igual que los ancianos
Que las mujeres no deben ser víctimas de sus maridos
Que los hijos no deben ser víctimas de sus padres o de sus maestros
Que cualquier religión debe dar, no solo recibir
Que cualquiera es inocente mientras no se demuestre lo contrario
Que el que abusa de los niños o de los ancianos debe pagarlo
Que el que roba debe devolver el dinero
Que el que lo hace mal debe irse y dejar su sitio a otro
Que la edad no es una etiqueta que te invalida
Que la ignorancia es imprudente
Que la educación es lo único capaz de arreglar nuestro mundo en un futuro
Que nadie debería morirse de hambre o de sed
Que todos deberíamos poseer la palabra
Que los privilegios deberían ser para todos o para nadie
Que en las calles no deberían existir cámaras de vigilancia "para todos"
Que la autoridad se gana, no se otorga por ley o costumbre
Que el trabajo no siempre dignifica al hombre, sino muy al contrario
Que el empresario NO se juega su dinero por los trabajadores
Que...
Y tantas cosas más. Probad a hacer vuestra lista, será larga, pero veréis que las cosas no son tan difíciles si no pretendes hacerte rico quitándoselo a otros, aplastar al que piensa distinto de ti, ser mejor y tener más cosas que tus vecinos, olvidarte de que existen niños que mueren de hambre, que la tierra da frutos, no pelotazos inmobiliarios...
Pero estamos inmersos en un mundo de reglas que se contradicen y que tienen como objetivo dejarnos indefensos ante los poderes legislativo, ejecutivo y judicial y sobre todo el económico. No somos nadie uno a uno y en todo momento, se trata de que no nos unamos. De aplastar nuestra iniciativa y nuestras ideas sencillas, nuestro sentido común. No vaya a ser que algunos de nosotros, idiotas, nos pongamos a la tarea de cambiar las cosas...

sábado, 24 de abril de 2010

Justina

Justina camina por la calle Mayor. No sabe si la baja o la sube y le da lo mismo. Al fin y al cabo hay una calle Mayor en todas las ciudades y nadie sabe si suben o bajan bajo los pies presurosos de Justina.
Justina no tiene suerte. No la ha tenido nunca. No la tuvo para nacer, ni para estudiar, ni para enamorarse, ni para crecer, ni para tener a sus hijos, ni para...
Ni siquiera tuvo suerte para no ser Justina.
Esa mañana a Justina le da lo mismo hacia donde va. Solo camina porque no puede hacer otra cosa, no cabe otra cosa en su cabeza que caminar sin tino.
Que más da. No hay nada allá de donde viene. De donde viene no tienen nada para Justina. Ya no.
Justina ha perdido esta mañana todo lo que era. Todo en lo que creía. Lo ha perdido en su casa. Delante de sus hijos. Justina lo ha perdido todo entre los muebles que compró en una oferta: por 1000€ te amueblan todo el piso.
Lo ha perdido todo entre las cortinas que compró en Ikea. Ya no tiene nada más que una pequeña conciencia de lo que no tiene. De lo que ya no es, aunque esta mañana aún lo fuera.
Justina siente el cuerpo vacío. Lo nota hueco. Sus orificios están abiertos y por ellos ha vertido todo lo que era. Desde esta mañana. En un solo rato, ha licuado lo que era y su líquido vital ha salido por esos orificios hacia las alcantarillas de la calle.
No tiene nada, no es nada, Justina es libre. Es libre ahora que ya no es nada. Pudo ser libre ayer, o hace un año. Pero la mala suerte ha querido que Justina sea libre hoy, hoy que la libertad no vale porque no hay de que escapar excepto de si misma.
Justina camina por la calle Mayor maldiciendo esa libertad. Su libertad le ha dejado sin casa y sin hijos. Su libertad le ha dejado sin futuro y sin los frutos de su vientre. Es libre para huir hacia ninguna parte. No hay huida cuando el monstruo está dentro de Justina. Ha ocupado el espacio vació y se ha adueñado de Justina. La libertad es su monstruo que come de la desesperación de Justina, la de la mala suerte, la que ya no es.
Esta mañana antes de ir a la calle Mayor, Justina era Justina, pero ya no. En solo unos momentos ha dejado de serlo. Ella y sus hijos. Ahora es ese cuerpo vacío lleno de monstruo que quiere gritar. Pero gritar, gritar... no puede. No tiene nada dentro excepto el monstruo y no puede gritar. Justina, grita por favor. Justina vuelve. Justina, no te vayas sin gritar, sin hablar al menos. Justina no tienes la culpa, tu solo eras esta mañana, tu y tus hijos hasta que te dejaron sin ser, a ti y a tus hijos. No puedes gritar. ¿Y llorar? ¿Puedes llorar Justina? Llora y limpia la calle. Aún tiene tu sangre y la de tus hijos. Aún el rojo inesperado llena tu calle. No la calle Mayor en la que ya no tienes nada. Sino tu calle, la de todos los días Justina. Justina llora y limpia la calle. Que no queden huellas Justina. Ofenden. Que no quede nada de lo que ya no eres, ni fuiste, sin darte cuenta. Justina qué de tiempo esperando para no esperar nada. Ya no espera Justina nada, ni en su casa, ni en su calle. Y no espera a nadie. En ninguna parte. Ni a sí misma ni a sus hijos. Esta mañana, cuando aún tenía un hombre e hijos.
Justina ya no tienes nada. Camina por la calle Mayor si quieres, no pienses, no llores, no grites, no puedes. Ya no puedes, es demasiado tarde. Esta mañana aún podías pero ahora no. Justina, tu monstruo vive, pero tu no. Tu no Justina, ¿es que no te das cuenta de que has muerto? Grita. ¿Es que no sabes que tus hijos han muerto? Llora. Y camina si quieres por la calle Mayor. Camina con tu monstruo dentro y con tu libertad enarbolada y roja. La sangre de tu cuerpo te ha hecho libre, y la sangre de sus cuerpos ha hecho libres a tus hijos. Pero todos estáis muertos. Acéptalo Justina. No podrás hacer nada más que aceptar que otra vez la mala suerte... Justina, tu mala suerte. Justina.
Justina, que esta mañana era y ya no es y tenía y ya no tiene. Justina, que ha manchado la calle de sangre. Que ha sido ejecutada por un juez y verdugo. Juez y verdugo siempre. En su casa, verdugo más que juez. Cada día verdugo. Justina ¿Que ha pasado? Justina explícate a ti misma que ha pasado.¿Donde están tus hijos? Tu verdugo está en la calle. En pie, junto a tu sangre. Tu sangre Justina. Tu hombre es tu vergudo. En pie mientras tus hijos están muertos y tú caminas por la calle Mayor sin saber si la subes o la bajas.
Te han matado Justina, esta mañana. En tu casa Justina, junto a tus hijos. Tu hombre Justina. Y muerta has salido a tu calle y te ha vuelto a matar. Otra vez tu hombre, otra vez tu, otra vez tus hijos y otra vez y otra.
Cada día te matan Justina. Y mueres sin saber que has hecho para morir. Y tus hijos mueren sin saber que han hecho. Y tu hombre te mata porque... No lo sabe, pero ¿que más da?, te mata, cada día te mata.
Justina camina por la calle mayor sin saber si la baja o la sube. No le importa, ni a ella ni a nosotros. Porque Justina está muerta. Puede caminar hasta el infinito por todas las calles mayores que hay en todas las ciudades. Puede caminar por el cielo y por el infierno. El infierno ya lo conoce. Ha vivido en el.
Todas las mujeres maltratadas viven en el.

martes, 23 de marzo de 2010

El loro

Se ha muerto el loro de mi tio, Beto. Ha sido de repente, inesperado y mi pobre tío aún no lo sabe. Está en Madrid unos días y cuando vuelva al pueblo de Segovia donde vive, se va a encontrar el panorama. En si mismo la muerte del loro no parece importante. Es una mascota querida  nada más y nada menos. Pero es que mi tio tiene noventa años. Perdió a sus padres, a sus hermanos, a su mujer y hace ahora un año a su hijo mayor. En su casa vivían mi tia, mi primo Mariano, él, su perro Mozart, y depués le regalaron el loro, cuando ya mi tía había muerto. De modo que a mi tio se le han muerto todos los que vivían con él, excepto su perro, también anciano.
La muerte del loro es como un golpe más que se suma a eso que llamamos "las cosas de la vida", a los duelos que se suceden y que a veces se amontonan unos sobre otros. Mi tio es fuerte y tiene al resto de su familia, su hijo, su nuera y sus nietos. Y nosotros, sobrinos y cuñados, solo tres, mi madre, mi tía Anto y mi tío Miguel. Pero no puedo evitar llorar cuando pienso en el peso que lleva sobre sus hombros y preguntarme si merece la pena vivir cuando has perdido tanto. Supongo que sí, a pesar de todo, por los que quedamos.

Hoy

Hoy se me ha hecho largo el día. No se porqué. Me he levantado a las 9, he practicado las rutinas de siempre y luego a la compra, la casa. Ya habré contado otras veces que soy ama de casa circunstancial y solo desde hace unos dos años. El tiempo que hace que estoy en el paro. De modo que más tarde he hecho la comida "a mi manera": un paquete de repollo limpio y troceado que he cocido con un bote de judias blancas. He hecho un refrito con pimentón y voilá. Después recoger, salir a comprar una cosas para casa, darme una vulta por la fnac y sacar a mi perra. La cena y ahora estoy en mi mejor momento del día, frente a mi ordenador, en mi mundo y en mi espacio. Pero estoy cansada. Hasta mañana.

martes, 23 de febrero de 2010

Aroma

Hace casi nueve años que murió mi padre. El tiempo apacigua el dolor y la vida sigue. Pero de vez en cuando vuelven los recuerdos. Los buenos a menudo, porque siempre está conmigo. Y los malos, en la soledad de la noche, cuando recuerdo sus últimos días, sus últimos momentos. Fueron días largos y difíciles en los que paradójicamente el tiempo pasaba muy deprisa porque se acababa.
Cuando murió, un psiquiatra amigo de mi hermano nos aconsejó deshacernos de sus enseres y guardar sus fotos. Lo hicimos. Mi prima Merche, mientras nos ayudaba a mi hermano, mi cuñada y a mi a guardar la ropa de mi padre me sugirió que guardara para mi algo que me recordara mucho a él, que estuviera muy presente en su vida. Yo cogí su pastillero, aunque ahora mismo, la verdad, no se donde está. Afortunadamente, en el dolor del momento no tiramos muchas cosas que después he atesorado, como la colcha de su cama o sus cazadoras y zamarras. En el último momento guardé unas chalinas de caballero que él tenía desde hacía muchos años y que se ponía solo cuando se acatarraba, Las metí en una cajita y las tengo conmigo. Muy pocas veces abro la caja, pero cuando lo hago, me parece que me llega su olor. No le tengo a él, pero cuando me arrimo a la cara esos pañuelos, cuando los aprieto contra mi nariz y mi boca siento que conservan su aroma y que aún hoy, conservo una parte de él que nadie ni nada me puede arrebatar.

viernes, 5 de febrero de 2010

La crisis

Los políticos, los medios de comunicación, los banqueros, los sindicatos, las bolsas... Son una interminable fuente de noticias que me sumen en un estado de confusión semipermanente sobre la crisis económica que sufrimos. Los datos se interpretan y se interpretan según los intereses más espurios. De modo que en el país en el que habito se entrecruzan las noticias cada vez más pesimistas sobre nuestra situación, mientras la vida trascurre a nuestro alrededor casi con normalidad. Los pisos nuevos no han bajado. El paro aumenta. Los bancos siguen teniendo beneficios. Los empresarios se parapetan y se guardan lo ganado, mientras envían a la jubilación a los 52 años. Y para compensar, proponen aumentar la edad de jubilación a los 67 años.

La derecha mina sistemáticamente las decisiones del gobierno. Y el gobierno parece una marioneta en manos de un Zapatero del que cada vez más se duda que tenga soluciones para arreglar la situación. Pero es que la alternativa es Rajoy. Esto es para pegarse un tiro.

Alquilar un piso: parada con mascota

Es una misión imposible. Desde hace un año aproximadamente busco un piso de alquiler en un municipio de la provincia de Madrid, al sur. Los precios han bajado algo, aunque hay una gran distancia entre precios sin que se puedan argumentar diferencias cualitativas entre los pisos. El abanico en el que se mueven los alquileres para pisos de dos a cuatro habitaciones, con dos baños y garaje va desde los 800 a los 1000 mensuales. Aún así, el problema no es encontrar ofertas, sino poder alquilar siendo parado, ya que la mayoría exige la presentación de la nómina, aunque si puedo responder a los pagos y por supuesto dar la fianza correspondiente.
Pero el problema mayor en la presencia de mi mascota, una perra labrador maravillosa y buena (y lo digo como dato objetivo) que es una más de la familia, Sin embargo los propietarios de pisos por arrendar no permiten hacerlo a dueños de animales de compañía, ni aún ofreciendo, como yo hago, una cláusula especial en el contrato para prever posibles daños que pudiera ocasionar mi perrita.
No hay forma, me responden, más o menos educadamente, que no hay ninguna posibilidad de que me acepten con mi perra. Se que muchos estarán de acuerdo y que pensarán en el parquet, pero un país que no acepta a sus mascotas con normalidad no es un país civilizado, cosa que ya se de nuestra España, de cómo tratamos a los animales en general y en las fiestas populares en particular. De los pocos derechos que atribuimos a estos y de lo cerca que estamos de las conductas desadaptativas en este mundo imposible que nos rodea.

lunes, 1 de febrero de 2010

El dolor añadido de la distancia

Ha fallecido el pasado sábado la madre de Juan, el portero de mi finca, ecuatoriano afincado en España desde hace muchos años. Sus hijos viven aquí, y sus nietos, pero su madre quedó en su otra tierra, con los recuerdos de media vida y la necesidad de buscar nuevos horizontes, una vida mejor para todos. Aunque dejó su tierra, ha invertido lo que ha podido en una casa en Ecuador para su retiro. Pero aunque sus hijas dudan, sus nietos son españoles y  no quieren marcharse. Aquí todos tienen actualmente trabajo (aunque precario en algunos casos y duro siempre), un hogar que parece contraerse o expandirse según la necesidad de acogida y sobre todo, para los más pequeños, asistencia sanitaria y educación. Pero la madre de Juan, tan lejos y tan cerca ha muerto a muchos kilómetros de Madrid, y al dolor de la muerte se une el de la distancia, el de la culpabilidad por no estar, y la falta del consuelo de despedirse, de abrazarse a otros mayores, de enterrarla y llorar con la frente apoyada sobre su caja mortuoria y acariciar la madera como si de su piel se tratara. 
Lo siento. Hoy Juan está en su puesto como si nada hubiera pasado. El dolor, a todos nos pasa, hay que llevarlo por dentro y seguir como si nada. Juan no ha podido ir a Ecuador, supongo que por no pedir permiso en el trabajo y sobre todo por no gastar un dinero importante en el viaje, cuando ya no hay remedio. Pero los corazones necesitan llorar sobre sus raices, despedirse y cerrar las heridas. No me imagino lo que puede doler el vacío de una muerte tan lejos, de una noticia telefónica tan terrible. Es la vida de los inmigrantes. Lo siento de veras Juan.

jueves, 28 de enero de 2010

Sexo sin barreras

No es la primera vez que menciono la extraña sensación que me producen las páginas de sexo en la red. Páginas accesibles a todos, gratis, innumerables y que muestran un catálogo sin fin y sin barreras de demostraciones sexuales exhibicionistas en un grado que va ascendiendo hacia el abuso, humillación, dolor... a las mujeres en su mayoría y a menores, me temo. Supongo que estas muestras de degradación de unos seres humanos hacia otros son meras escenas contratadas y que no existe sino una relación comercial y mucho aguante. Diría que una relación comercial que debería hacer que estos seres forzados a prácticas sexuales degradantes (yo no lo llamaría prácticas sexuales, sino imposibles, inexplicables, impensadas para animales y sin embargo admitadas por seres humanos) obtuvieran pingües benficios económicos. Pero aún sin tener datos, se que no es así, ninguna persona con un poder económocio normal sería capaz de acceder a relaciones en las que la humillación y el dolor son norma. Supongo que los que observamos impávidos estas prácticas no entendemos de que se trata, o por que suceden. Son fantasías que ninguno de nosotros confesaría, llevadas a la realidad. No quiero extenderme sobre estas prácticas que supongo que todos los adultos con acceso a internet han visto en mayor o menor medida, porque vienen a ti, no es necesario buscarlas. Pero a pesar de las protecciónes pro parentales, me temo que también muchos menores tienen acceso a esta visualización de lo peor que tiene el ser humano, el abuso sobre otros más débiles y pueden considerarlo con normalidad. Como normal parece matar a un semejante en un videojuego.

sábado, 2 de enero de 2010

Angelina

Voy a hablaros de mi ahijada, Angelina. Tiene tres años y toda la capacidad de vivir y de experimentar que se tiene a edades tan tempranas, aún sin ser consciente. Cuando la miro simplemente, o cuando viene hacia mi con los brazos extendidos para que la abrace, todo cobra sentido. Es tan pequeña, pero sabe tanto... Sabe que su familia está ahí para ella, que yo soy "manina mia", que el mundo es un buen lugar donde vivir, porque está rodeada de amor y aún no entiende de maldades, errores y miedos. Sabe que es una princesa, aunque sus padres sean trabajadores humildes. Ellos saben que todo vale la pena por su hija, porque mañana pueda tener un mundo mejor donde vivir, donde pueda estudiar y desarrollarse sin sobresaltos, libre. Y yo espero, si puedo, allanarle el camino hacia la edad adulta, rodearla de cariño y de seguridad. Feliz año nuevo Angelina, para ti, y para los afortunados que te vemos crecer.

viernes, 1 de enero de 2010

2010

Un año nuevo. Tantos planes e ilusiones... muchos de los cuales se frustrarán. Morirán sin haber apenas nacido.
El destino nos espera y no seremos capaces de modificarlo. Conformemonos con vivir hasta el próximo año.