viernes, 15 de mayo de 2009

Hace casi dos meses

Mariano, hace casi dos meses que te fuiste. Nunca hubiera pensado que te extrañara tanto, no verte u oirte, sino saber que estabas ahí, con tu padre, viviendo el día a día y pensando en jubilarte. Nos hemos enterado que tenías una novia, pero las cuentas no nos cuadran. Al menos nos salen tres novias a la vez. El tio Miguel dice que eras el más listo de todos, porque hacías sin dar explicaciones. Y tal vez tenga razón. Ahora resulta que no conocíamos la mitad de tu vida.
Tu padre, en su dolor, está muy orgulloso de las muestras de cariño que recibiste, que recibió él en tu nombre. De la cantidad de gente que fue a despedirte y del cariño de tus primos. Pero es que fue un mazazo que todavía nos parece imposible. Aún debes estar ahí. Cuando pensamos en ti hay que acordarse que ya no estás. Que tu padre te ha perdido, y también ha perdido su forma de vida. Y que tu hermano... estamos preocupadas por el. Ha cambiado su rostro y se hace el fuerte, pero le has dejado tan mal, sin haber podido hacer nada por ti. No nos diste tiempo a nada. Un beso, primo.