lunes, 25 de agosto de 2008
Pekín 2008 Día 16
sábado, 23 de agosto de 2008
Pekín 2008 día 15
Pekín 2008 Día 14
jueves, 21 de agosto de 2008
Pekín 2008 Día 13
miércoles, 20 de agosto de 2008
Pekín 2008 Día 12
Pekín 2008 Día 11
Nosotros hemos mejorado muchos, pero ellos también, siguiendo además una tradición que aquí hubo que fabricar. Tener a Nadal no significa ser los mejores del mundo a nivel deportivo.
Quizá nuestro problema, aparte del nivel deportivo, es que no tenemos la suficiente experiencia en competiciones –ignoro el motivo- pero hemos visto, sobre todo en atletismo, que nuestros deportistas se arrugan ante la responsabilidad. Pocos han dado todo su potencial. La mayoría se ha ido a casa sin sudar.
También me llama la atención la longevidad de muchos de nuestros deportistas. Quizá es que una vez que te sitúas, ser deportista es un chollo. Vemos a muchos de ellos que van por su 3ª o 4ª olimpiada. Eso significa muchos años de permanencia en la élite. No se que criterios siguen las federaciones –siempre sospechosas- o el COE para evaluar y permitir estas extensas carreras, que impiden la aparición de nuevos talentos. ¿Es transparente la política deportiva española de los organismos encargados de velar por los intereses deportivos?
¿A cuantos de nuestros representantes han eliminado en su primera actuación? ¿Nos disfrazamos de primera potencia llevando un montón de participantes que a la postre no tienen la menor opción? ¿Se pagan viajes de turismo? ¿Cuántos federativos han ido a los JJOO por la cara? ¿Y donde viven, como, cuanto cobran, como viajan?
En el desfile damos muy bien, alegres y numerosos, coloridos. Pero luego nos espera decepción tras decepción. Solo triunfamos en unos cuantos deportes. La natación, la gimnasia y el atletismo, las reinas de los Juegos, son deportes vedados a los españoles. Pobres resultados, a pesar de alguna medalla esporádica, anecdótica diría yo, aún siendo un poco cruel. Eso sin volver a hablar de los comentaristas que te cuentan la medalla antes de ganarla, haciendo su papel de gafe. Cuantas decepciones a causa de las falsas expectativas creados por estos pseudo comentaristas que se han aprendido la lección diez minutos antes de comenzar la retrasmisión. Vamos, como hacía yo en el colegio de pequeña.
Pekín 2008 Día 10
Son banderas que identifican, sí, pero que comparten la alegría del triunfo sin entrar en rancios orgullos patrios. Se convierten, simplemente, en su grandeza, en símbolos de hermanamiento deportivo que no hieren, sino que adhieren al resto de espectadores a la gloria compartida con los ojos llorosos.
La especie humana, todas las especies me atrevería a decir, necesitan pertenecer y las competiciones deportivas de este calibre nos permiten desplegar los símbolos sin acritud, sin arrojarla sobre el orgullo de los otros.
Hace apenas un mes, cuando la selección española de fútbol ganó la Eurocopa mi mayor satisfacción –compartida, lo sé- fue la desmitificación de la bandera de España como propiedad de la derecha, y del nacionalismo español. Unos y otros, en toda España, en las autonomías del norte y del sur, en las capitales y pueblos, los españoles perdimos la vergüenza de usar nuestra bandera, de ondearla entre risas y gritos de júbilo, no con la ferocidad de los que actuaban como propietarios de la enseña.
Nunca me han gustado los símbolos que separan, ni las fronteras que aíslan a unos de los otros. No me gustan nada –ni los entiendo- y me dan miedo los nacionalismos soberbios, egoístas e insolidarios.
Tampoco me gusta nuestra mascota, la Reina.
domingo, 17 de agosto de 2008
Pekín 2008 Día 9
sábado, 16 de agosto de 2008
Pekín 2008 Día 8
viernes, 15 de agosto de 2008
Pekín 2008 Día 7-2
Pekín 2008 Día 7
jueves, 14 de agosto de 2008
Pekín 2008 Día 6
miércoles, 13 de agosto de 2008
Pekín 2008 Día 5
Nos deshinchamos como un globo. No hay más medallas. Cada vez queda más lejos el oro y el bronce de los primeros días. Volvemos atrás. La euforia da paso a ese sentimiento de injusticia que nos hace perder cuando merecemos ganar. La mala suerte, los jueces... Cualquier alternativa es válida. Pronto saldrá el PP diciendo que todo es culpa de Zapatero. Hace un par de días que no salen ni los príncipes.
Por lo demás todo es estupendo. Deporte de alto nivel para hartarse. El problema es que no conozco a los participantes. Solo a dos o tres y las competiciones tienen un interés menor. A mi me gusta ir a favor de alguien, o mejor aún, ir en contra. Es mucho más divertido y más amplio. Me pasa con el Barcelona. Siempre quiero que gane el otro.
La decepción pues, cunde. La verdad es que somos buenos y obtenemos buenos resultados. Quizá la medalla es la catapulta a la gloria, pero el deporte, como ya hemos dicho, necesita de todos, de los ganadores y de los perdedores. De los soberbios, y de los humildes, sobre todo de los humildes.
Pobres Príncipes, sin trabajo no pueden legitimar su estancia en China, parece que están de vacaciones en vez de en misión oficial de mascotas.
Hasta mañana.
Pekín 2008 Día 4
lunes, 11 de agosto de 2008
Pekín 2008 Día 3
Solo han transcurrido tres días y me pregunto si resistiré este empacho de deportes y deportistas, más aún cuando me pierdo en programaciones nunca anunciadas y con comentaristas que parecen enemigos de los deportes que trasmiten y que no dan una. La verdad es que en este entorno polideportivo hay que tener gente que domine cada deporte, y eso supondría una plantilla demasiado amplia. Pero cualquier persona atenta, no entendida, solamente pendiente de las retransmisiones encontrará numerosas pifias en los comentarios, desde no callarse cuando deben, errar en la interpretación de las actuaciones, gafar a los deportista, hasta sufrir episodios histéricos cuando surge posibilidad de medalla para un español. Entonces las televisiones despliegan sus emisoras móviles en los domicilios de los protagonistas, en el bar del pueblo, en la escuela... Es el espectáculo casero que gusta en el medio audiovisual.
Los héroes duran poco. Tenemos el ejemplo de los ciclistas, o del campeón de waterpolo Jesús Rollán, o de numerosos gimnastas de la élite de la Europa del Este. Gente destrozada por el doping, por el sufrimiento psicológico derivado de la vuelta al mundo normal y por los padecimientos físicos provocados por los esfuerzos a los que sus cuerpos fueron sometidos. O por el exceso de presión y responsabilidad. Ya hemos comentado en anteriores crónicas que el deporte no es este afán de superación superhumano promovido por las primas económicas de los grandes patrocinadores.
Mañana dedicaré mi crónica a esa extraña pareja, hierática, que disfrazada, no se porqué, con el uniforme oficial de la delegación española, aparece cuando hay que felicitar a alguien, incluso, como ocurrió ayer con Samuel Sánchez, aunque no sepan quién es y se equivoquen al otorgar la felicitación (se tiraron a por Valverde).
Os dejo hasta mañana, vuelvo a la lucha, cansada, aplastada contra el suelo después de visionar unas eliminatorias de halterofilia. Esta noche meditaré sobre las virtudes de la práctica de estos esforzados ejercicios.