Hoy casi me olvido de escribir mi crónica personal. Y eso que solo van dos días. Pero la verdad es que he amanecido a las cinco de la mañana para ver lo que echan, porque ese es el tema, no importa lo que tu quieras ver, la programación la imponen los enterados de las televisiones, con lo cual hay deportes que ni siquiera aparecen en las pantallas. O te echan lo mismo en dos canales de TVE, la 2 y Teledeporte. He comprobado también que en TVE no emiten en directo prácticamente nada, y no te informan de ello, con lo cual puedes estar viendo emocionado una final que ya se ha producido. El problema es que si pongo Eurosport me entere del resultado.
Hoy hemos ganado otra medalla, bronce en espada (esgrima) un deporte que casi ni conocemos, pero José Luis Abajo, Pirri, ha obtenido un triunfo que ha pintado las pantallas de todos los canales de extraños austronautas conectados por una cable a no se sabe donde, y con una espada con una bolita en la punta. No me gustan las armas, menos aún en el deporte, aunque sean seguras. Al menos ahí no matan, pero forman parte de la cultura universal guerrera del hombre. Disparamos o embestimos contra todo, dianas, platos, animales y si se tercia, contra los otros hombres.
Mañana no me pienso levantar tan temprano. Si acaso, veré algo en la cama. Al final, si me levanto tan pronto, me duermo en el sofá. Y seguir entre sueños a las componentes del equipo chino de gimnasia, todas iguales, es harto difícil.
Hasta mañana.
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