jueves, 3 de enero de 2008

Salsa asesina

Hace al menos tres meses compré un pollo asado en un establecimiento de comida preparada. Cuando saqué el envase del coche se derramó la salsa sobre el suelo del garaje. Durante varios días olió a pollo asado en toda la planta, y el líquido sobre el hormigón tardó bastante en dejar de ser líquido. Después de tres meses y de observar día tras día la evolución de la mancha que quedó, observo que sobre el hormigón grisáceo se proyecta una superficie más oscura que no varía su tamaño. Es como el chapapote del prestige. Es una salsa que se ha quedado sólida sobre el suelo y que no parece disminuir ni concentrarse. Sigue ahí como amenaza de sus componentes. Si actúa así sobre el hormigón, ¿como actuará sobre nuestro estómago o nuestros intestinos? y después, sino no es biodegradable, será un residuo tóxico que ha corrido por nuestro cuerpo libremente. Supongo, como lega que soy, que el problema serán los aceites o grasas utilizados para preparar esa salsa. Y me pregunto donde van todos esos residuos que arrojamos por las tuberías de los fregaderos y como afectan al medio ambiente. Utilicemos los puntos limpios y llevemos allí los aceites utilizados. Todos nos quedaremos más tranquilos.

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