Hoy si que quiero bajarme del mundo, de esta algarabía sin sentido que camina a ciegas por mi calle de camino a la Puerta del Sol. Se distribuyen cruzándose los unos con los otros en busca de la felicidad navideña, de los gorros de alce, las orejas de Miky Mouse o el gorro de Papá Noel. Y debajo de los disfraces sus caras desencajadas muestran el cansancio de un año que termina con las compras, con las desaforadas ansias de comprar comida, regalos, felicidad...
Yo no puedo subirme al carrusel, porque me falta gente. Demasiadas historias tristes, demasiadas ausencias. Mi arbol de Navidad ha sido podado y sus ramas son escasas, y no dará frutos en primavera.Papá, tios, Mariano, lloro por no teneros, por sentir dolor al recordaros, porque la vida nunca será igual, incluso, aunque vengan buenos tiempos, nada será igual.
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